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Universitat Autònoma de Barcelona

Las universidades catalanas celebran 10 años de compromiso con las personas refugiadas

17 oct 2025
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La UAB acogió y organizó una jornada el jueves 16 de marzo para hacer balance de diez años de los programas de refugio de las universidades y, al mismo tiempo, para trabajar conjuntamente en el establecimiento de un Protocolo de orientaciones para la acogida académica de personas refugiadas.

Sala d'actes amb estudiant refugiada ballant.
La defensora de los derechos colombiana, refugiada y estudiante de doctorado en la UAB, Edith Laverde, ofreció el monólogo "Yuyay: Memòria".

El número de personas refugiadas se ha duplicado en los últimos diez años, un hecho que reafirma la importancia del compromiso de las universidades.

Este mes octubre se ha conmemorado el décimo aniversario del comunicado «Las universidades catalanas, con las personas refugiadas» de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), que marcó el inicio de las primeras acciones coordinadas del sistema universitario para defender los derechos de las personas desplazadas forzosamente.

La jornada «2015–2025. 10 años de universidades y refugio», que tuvo lugar el 16 de octubre en la sala de juntas del rectorado de la UAB i que organizó el Programa Refugio de la UAB, gestionado por la Fundació Autònoma Solidària, generó un espacio de celebración y de reflexión entre universidades públicas catalanas, sociedad civil y administración pública. La actividad se enmarcaba en el plan de trabajo de la Red Técnica de Cooperación, Voluntariado y Refugio del Consejo Interuniversitario de Cataluña y contaba con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

El acto inaugural contó con la participación de Andrea Costafreda, directora general de la ACCD, que felicitó a las universidades por los diez años de compromiso con las personas refugiadas y subrayó que «en un mundo con conflictos crecientes y restricciones de las libertades democráticas, la cooperación para la transformación exige una protección de las defensoras de derechos» y habló de un "ecosistema de protección" necesario.

Por su parte, el secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña, Xavier Martínez-Celorrio, destacó que en estos diez años se ha duplicado la cantidad anual de personas refugiadas, un dato que reafirma la importancia del compromiso de las universidades. En estos diez años se han concedido más de 500 becas a personas refugiadas. Y añadió que «en este nuevo desorden internacional que estamos viviendo, son necesarios más que nunca programas como este. Las universidades somos faros.». Destacó también la UAB como universidad pionera en los programas de refugio.

La secretaria general de la UAB, Esther Zapater, cerró la inauguración recordando los inicios de los programas de refugio a partir de la guerra de Siria y puso en valor la labor llevada a cabo desde la UAB: 150 parejas de mentoría, 247 becas refugio y las actividades de sensibilización y de formación sobre migraciones, derechos humanos y refugio en los currículos de los estudios de la UAB en las que han participado casi 800 estudiantes.

La jornada incluyó la propuesta artística que presentó un monólogo conmovedor sobre la memoria, la pérdida y la resiliencia en homenaje a su hermano que emocionó a los participantes.

En la mesa redonda «Universidad y refugio: ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?», moderada por Pamela Urrutia, de la Escuela de Cultura de Paz, representantes de universidades, entidades y personas refugiadas analizaron los retos del futuro. Shurouq Alimam Alnajjar, estudiante palestina, mostró su orgullo de formar parte de la UAB y reivindicó la necesidad de apoyo psicológico en los programas de refugio. También destacó la importancia de quitar las etiquetas a las personas refugiadas porque son profesionales y agentes de cambio que pueden aportar y, en este sentido, pidió que se haga más investigación vinculada al ámbito del refugio.

El director de la Fundación Solidaridad UB, Xavier López Arnabat, recordó que, de hecho, hace más de treinta años que las universidades catalanas acogen a personas refugiadas y apeló a una acción conjunta y coordinada para garantizar la continuidad de los programas y reforzar la inserción laboral y social de las personas acogidas. El director de la Fundació Autònoma Solidària, Jordi Prat, remarcó que la existencia de estos programas «ya es un éxito en sí mismo» e instó a consolidarlos como estructuras permanentes, con más apoyo del sistema universitario, y a que se emprenda una evaluación rigurosa de sus resultados.

Laura Riba, gerente de Irídia y miembro de la entidad social La Fede, alertó del aumento de la conflictividad y de la extrema derecha y criticó la falta de vías seguras para que lleguen personas refugiadas. Como elementos que se deben seguir trabajando y que hay que reforzar dentro de los programas refugio destacó las mentorías y tutorías y la atención psicosocial. Como retos, Riba señaló que hace falta que haya más certeza sobre la continuidad las becas.

Finalmente, Estela Pareja, docente, investigadora y exdirectora de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, destacó el papel de la universidad como espacio reparador y de igualdad de oportunidades y subrayó la necesidad de impulsar la acogida de más mujeres, de mejorar las condiciones materiales de las ayudas y de fortalecer el acompañamiento y hacer más incidencia y acompañamiento en todas las dificultades legales. Para concluir la mesa, la investigadora de la Escuela de Cultura de Paz de la UAB Pamela Urrutia remarcó el papel clave de las universidades como agentes sociales ante el aumento de la conflictividad global y de los discursos de odio, y la urgencia de reforzar la coordinación entre instituciones.

Durante la jornada se presentó el Protocolo de orientaciones para la acogida académica de personas refugiadas, a cargo de Gemma Xarles, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), como coordinadora de la Red Técnica de Cooperación del CIC. También se compartieron las buenas prácticas de varias universidades catalanas. Cati Jerez, de la Universidad de Barcelona; Gemma Ros, de la Universidad de Girona; Àngels Sendra, de la Universidad de Lleida, y Sara Vilar y Laia Llorens, de la UOC, presentaron las acciones, medidas y protocolos de sus universidades.

Las personas participantes posteriormente trabajaron y debatieron en grupo sobre las medidas que debe incluir el Protocolo de orientaciones para la acogida académica de personas en situación de refugio de las universidades catalanas para que este se apruebe el próximo mes de noviembre .

La clausura, a cargo del vicerrector de Relaciones Internacionales de la UAB, Oscar Jané, puso en valor una década de trabajo conjunto que ha consolidado una red universitaria comprometida con el derecho al refugio y el derecho a la educación. A pesar de esto, remarcó que «ojalá no fuera necesario este programa». Y terminó su intervención poniendo sobre la mesa que, por un lado, es necesaria una coordinación entre órganos competentes, no sólo desde las universidades, y que, por el otro lado, estaría bien hacer una demanda conjunta de las universidades para que los organismos y las administraciones competentes facilitasen los procesos de evacuación de las personas ante situaciones como la que se ha vivido últimamente en Gaza, ya que no funcionan correctamente.

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