La mariposa hormiguera, especie amenazada en Cataluña, detectada bajo las líneas de transporte de electricidad
Investigadores de la UAB analizan desde 2020 el comportamiento de la biodiversidad bajo las líneas de Red Eléctrica. Mariposas y otros insectos conforman oasis de biodiversidad en los emplazamientos abiertos bajo los tendidos.
Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) han detectado nuevas ubicaciones de colonias de mariposa hormiguera (Phengaris alcon) bajo las líneas de transporte de Red Eléctrica, que podrían servir como un refugio para la biodiversidad y en particular, a especies de zonas abiertas como este lepidóptero, uno de las más amenazadas en Cataluña.
Al igual que otros muchos insectos y polinizadores, la mariposa hormiguera está en declive en Cataluña, donde su distribución se limita a zonas concretas del Pirineo y otras localidades en zonas abiertas, a menudo ligadas a la ganadería extensiva de montaña, y también en prados de siega. Detrás de su descenso poblacional están, en gran medida, los cambios de uso de suelo y otras modificaciones provocadas por el ser humano.
En concreto, la disminución de los usos ganaderos tradicionales ha comportado un crecimiento del matorral y la expansión del bosque, la fragmentación de su hábitat que, unido al pequeño tamaño de algunas de sus poblaciones, está provocando la desaparición de las poblaciones de esta especie.
Esta tendencia regresiva ha provocado que en la actualidad la mariposa hormiguera esté clasificada como “Amenazada” en el catálogo de fauna de Cataluña y en el Atlas y Libro Rojo de los Invertebrados de España, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El hallazgo de los nuevos emplazamientos y colonias ha sido posible gracias a ‘Naturaleza en Red’, una colaboración entre Redeia, matriz de Red Eléctrica, la Universitat Autònoma de Barcelona y la entidad ambiental Bufalvent, que realizan un proyecto conjunto con la finalidad de investigar la biodiversidad existente bajo las líneas eléctricas; evaluar el efecto de la gestión sobre la fauna y flora y cartografiar las líneas con un mayor interés como refugios de biodiversidad de especies de zonas abiertas.
Cuatro años de estudio
Naturaleza en Red comenzó en 2020 y está centrado en los polinizadores, así como en la flora asociada a los espacios abiertos generados por gestión forestal debajo de las calles de seguridad de las líneas de transporte eléctrico y los apoyos (también llamados ‘torres’) de electricidad.
De esta forma, no solo se ha podido evaluar la riqueza y abundancia de especies de mariposas sino también dípteros e himenópteros. Además, los investigadores del proyecto, Xavier Munill, Ana Morton y María Font, han destacado la gran cantidad de especies de orquídeas detectadas bajo estas líneas.
“Las líneas eléctricas crean un mosaico discontinuo de refugios singulares para especies de espacios abiertos. Estas islas de biodiversidad, en muchos casos, son espacios vitales, debido al grado de amenaza actual de algunas especies de flora y fauna. Este estudio ofrece una nueva visión de las zonas con gestión forestal bajo el tendido eléctrico, que permite mantener y gestionar especies polinizadoras y flora singular”, explica la profesora del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y Ecología de la UAB Ana Morton.
En las dos últimas décadas, los polinizadores han sufrido una reducción de sus poblaciones a nivel local, europeo y mundial. Este grupo de insectos es fundamental para el ecosistema porque no solamente lo mantienen sano y resiliente, sino que son claves para la agricultura y la salud de las personas.
Las líneas, corredores de biodiversidad
Los resultados de este estudio financiado por Redeia van a permitir evaluar la riqueza y abundancia de fauna y flora que se concentra en estos espacios bajo las líneas, la presencia de especies amenazadas o en peligro y el efecto de las líneas como puntos de biodiversidad. Se espera que estos resultados ayuden a realizar una gestión que tenga en cuenta las especies más vulnerables, con el fin de favorecer su conservación y dispersión.
“Esta colaboración científica permite demostrar que las líneas eléctricas se comportan como corredores de biodiversidad, creando espacios y oportunidades para la fauna y la vegetación. Son ‘oasis’ que proporcionan refugio y alimento a una fauna muy variada. Así, bajo los tendidos de las líneas eléctricas muchas especies se desplazan por el territorio. De hecho, la red de transporte de energía eléctrica en España podría llegar a conectar el 60% de los espacios de la Red Natura 2000”, afirma Antonio Calvo Roy, director de Sostenibilidad de Redeia.