Investigar, enseñar y aprender en la exuberante naturaleza del parque Yasuní

La Expedición Científica Yasuní tiene como objetivo recoger información para inventariar la riqueza biológica de este parque natural durante dos meses y prevé estudiar también, a más largo plazo, los efectos del cambio climático en su biodiversidad.

Coordinada por el Instituto de Biodiversidad Tropical (IBT) y de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, participan 200 personas –profesores, investigadores y estudiantes- de universidades catalanas, españolas e iberoamericanas. Y además de las tareas de investigación y de inventariado, se organizan varias actividades formativas y encuentros de intercambio de conocimientos con las poblaciones autóctonas.

El equipo de ICTA-UAB que se ha desplazado está formado por los investigadores y docentes Martí Boada, asesor de investigación pluridisciplinar de la Expedición y responsable del grupo de la Universidad, Jordina Belmonte -directora de la ICTA-, Isabel Ruiz Mallén, Carles Barriocanal y Jaume Marlés. También han ido 4 estudiantes y ex estudiantes de la Universidad: Sergi Cantos y Margarita Vila, licenciados; Núria Foguet, que se acaba de graduar; y Pau Cardellach, licenciado en Biología y máster en biología y biotecnología vegetal en la UAB.

“La Expedición es una iniciativa singular, desplegada en un escenario realmente excepcional y con unos objetivos realmente ambiciosos para aumentar el conocimiento de la biodiversidad”, comentan los investigadores desde Yasuní por correo electrónico.

Construyendo una ecoteca para el Parque

El equipo de profesorado se encarga principalmente de una de las partes formativas del curso, centrada en la biodiversidad y el cambio global, el conocimiento del medio y el etnoecología. En total, imparte 5 seminarios y 5 talleres sobre el conocimiento del medio y el aprovechamiento de sus recursos, que permitirán construir una ecoteca y preparar materiales didácticos que permanecerán en la estación científica del parque.

“La experiencia supone ejercer de enseñantes y divulgadores, cosa que nos gusta mucho hacer, pero también de modestos y sedientos aprendices”, comentan. “Aquí la naturaleza es desbordante y todo es nuevo para nosotros, de forma que aprendemos de los investigadores del centro del Parque, pero también de la gente de las comunidades indígenas: damos y recibimos, explicamos y escuchamos, enseñamos y aprendemos. Y disfrutamos del entorno y de experiencias nuevas”.

La estancia les permite también establecer vínculos con investigadores y equipos con los que poder compartir tareas futuras de investigación y docencia, o intercambios de estudiantes de grado, máster y doctorado.

Una experiencia única busca de un futuro

Los jóvenes del equipo están realizando varias actividades de formación e investigación relacionadas con la educación ambiental, el trato con las etnias locales, botánica, mastozoología y ornitología. “La finalidad de cada área es diferente. Por ejemplo, censar y anillar aves en ornitología o hacer el seguimiento y fototrampeo de mamíferos en mastozoología”, explica Núria Foguet.

Todos ellos califican la vivencia como muy gratificante a nivel personal y como una oportunidad única para adquirir conocimientos y experiencia que les puedan permitir dedicarse al estudio de la naturaleza y del medio ambiente a nivel profesional. “No hay muchas oportunidades en la vida como esta para realizar trabajos de lo que te gusta en un lugar tan especial”, comenta Sergi Cantos, quien también participa en una actividad para el intercambio de conocimientos ambientales con la comunidad Waorani.

Algunos, además, aprovechan también para desarrollar otras actividades relacionadas con su formación y aficiones. Margarita Vila, que cursará el próximo curso el Máster de estudios interdisciplinarios de sostenibilidad ambiental económica y social, está realizando trabajo de campo para su tesis de máster. Y Pau Cardellach elabora un proyecto fotográfico y documental propio sobre la expedición para su página web: www.paucardellach.com.

Su estancia en Yasuní acaba el próximo 15 de agosto, pero a buen seguro las experiencias vividas permanecerán durante mucho tiempo en todos ellos.
El equipo del ICTA-UAB quiere agradecer públicamente la acogida y apoyo recibido por parte de la dirección y el equipo científico-técnico del Parque Nacional y de la Reserva de la Biosfera de Yasuní, de la Estación Científica y de la Estación Biológica Yasuní de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, así como de los miembros de la comunidad Waorani que les ha acompañado y explicado usos y tradiciones de su territorio, enriqueciendo los estudios de biodiversidad.