Éxito absoluto del Concierto de Invierno de la UAB
La Orquestra y el Coro de la UAB llenan el Teatro en un concierto dedicado a la memoria de Joan Casals i Clotet, impulsor de la orquestra universitaria.
El tradicional Concierto de Invierno de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), celebrado el pasado 11 de diciembre, superó todas las expectativas, agotando las entradas para una cita que, este año, iba más allá de una simple propuesta musical. La velada se convirtió en un sentido homenaje a Joan Casals i Clotet, impulsor y alma de la Orquesta de la UAB desde su refundación en 1997. El acto comenzó con un momento de profunda emoción: Jesús Badia i Masgrau, codirector de la orquesta y director del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, leyó la dedicatoria del concierto, recordando la figura poliédrica y fecunda de Casals, su pasión por la música y su legado pedagógico. La pérdida de Casals, el pasado 2 de octubre, ha dejado un vacío importante en la comunidad universitaria.
El Coro de la UAB, bajo la dirección de Poire Vallvé y con Maria Massana Arnaus al piano, abrió el programa con un viaje sonoro que atraviesa culturas, paisajes y emociones. El repertorio abarcó desde el jubiloso Gaudete y melodías tradicionales de Turquía (Kâtibim), Oriente Próximo (Yalla tnam) y Norteamérica (Shenandoah), hasta creaciones catalanas.
La coral destacó la expresividad del hilo poético e íntimo de autores catalanes, con piezas como Faig un traç de Poire Vallvé y la nostalgia de la habanera Vestida de nit, culminando en la energía de Quan tot s’enlaira de Txarango y la expresividad de Cançó d’amor de Lluís Llach. Este bloque contó con la participación de los solistas Marc Navau, Gal·la Altarriba, Oriol Navarro, Mireia Folch, Paula Martín y Aran Montserdà, y de la violinista Magalí Torras.
Posteriormente, la Orquesta de la UAB, dirigida por Jesús Badia i Masgrau, ofreció el primer movimiento de la Sinfonía n.º 2, op. 36 de Ludwig van Beethoven. Con esta pieza, posiblemente la más grande y extensa interpretada en aquella época, la orquesta exhibió el carácter dramático y poderoso del compositor. El programa orquestal incluyó también los movimientos Minuet y Preghiera de la Suite n.º 4, op. 61 Mozartiana de P. I. Chaikovski, un claro homenaje del compositor ruso a Wolfgang Amadeus Mozart.
El punto culminante del concierto, que unió coro y orquesta, fue la interpretación de fragmentos del motete Jesu, meine Freude (BWV 227) de J. S. Bach. Weg mit allen Schätzen!, Gute Nacht, o Wesen y Weicht, ihr Trauergeister resonaron con un significado especial dedicado a Casals. Estas páginas de Bach se convirtieron en un homenaje profundo y sincero que cerró la parte principal de la actuación, recordando el magisterio de Casals y su visión de la música.
Las fotografías realizadas por el fotógrafo Antoni Bofill están disponibles en el siguiente enlace.