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Universitat Autònoma de Barcelona

Diseñan un vehículo y una boya para monitorizar contaminantes marinos

12 nov 2014
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El proyecto europeo BRAAVOO permitirá medidas de bajo coste en tiempo real y podría simplificar la vigilancia marina del medio ambiente. El ICN2 participa en el proyecto y acoje una reunión los días 13 y 14 de noviembre.
ICN2 (Autor: Jordi Pareto)
ICN2 (Autor: Jordi Pareto)
Como resultado de múltiples presiones provocadas por el hombre, existe una lenta pero constante degradación de la calidad del agua marina, tanto química como biológica. El Proyecto Europeo BRAAVOO (Biosensors, Reporters and Algal Autonomous Vessels for Ocean Operation) se puso en marcha en diciembre de 2013 como parte de las estrategias de la UE para mitigar este problema. La iniciativa está coordinada por el Prof. Jan van der Meer, del Departamento de Microbiología Fundamental de la Universidad de Lausana.
 
El proyecto está formado por 9 miembros de 7 países diferentes, incluyendo cuatro grupos de investigación especializados en estrategias de biosensores y 5 pequeñas y medianas empresas (PYMEs). El Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2) acoge una reunión de BRAAVOO entre el 13 y el 14 de noviembre, organizada por la Investigadora del CSIC Prof. Laura M. Lechuga, miembro del proyecto y responsable del Grupo ICN2 NanoBioSensores y Aplicaciones Bioanalíticas.
 
BRAAVOO tiene como objetivo desarrollar vehículos no tripulados y boyas de vigilancia que viajarán por la superficie de los mares llevando módulos “Lab-in-a-Chip” para el monitoreo en tiempo real de contaminantes marinos. Los módulos sensores incluirán todos los elementos ópticos necesarios para la lectura de la señal del biosensor, la microelectrónica para almacenamiento de datos y la microfluídica para el análisis automático y programable de muestras. Los biosensores son herramientas altamente eficientes y rentables, por lo que el proyecto ofrece una solución innovadora para la medición in situ en tiempo real de contaminantes marítimos de alto impacto y difícil detección. El proyecto tiene el potencial de simplificar la vigilancia marina del medio ambiente, una tarea logística compleja que se lleva a cabo por ahora lejos del agua del mar en costosos laboratorios.
 
El concepto de BRAAVOO se basa en una combinación única de tres tipos de biosensores, que permitirán la detección tanto de numerosos contaminantes marinos prioritarios como de efectos biológicos que se pueden utilizar como señal de alarma temprana. El grupo dirigido por la Prof. Laura M. Lechuga está especialmente involucrado en la implementación de nanoinmunosensores basados en una tecnología patentada y licenciada a través del CSIC por el Grupo ICN2. Estos sensores facilitan la detección directa de las interacciones moleculares entre anticuerpos específicos y substancias contaminantes.
 
El consorcio reunido en el ICN2 aporta la experiencia y el acceso a las infraestructuras necesarias para el desarrollo de esta gama de métodos experimentales (desde ingeniería marítima hasta microbiología y nanotecnología). Microbiólogos moleculares, ingenieros eléctricos, químicos y biólogos marinos validarán las mediciones de los biosensores en un mesocosmos que simula el entorno natural bajo condiciones controladas.

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