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Las vasijas neolíticas revelan cómo fue el consumo de leche en Europa hace 7.000 años

ceràmica prehistòrica (Neolític)
Cerámica procedente del yacimiento arqueológico de Verson (Francia) analizada en la investigación (Fotografía de Annabelle Cocollos, Conseil départemental du Calvados ou CD14 publicada en Germain-Vallée et al. 2015).

El consumo de lácteos era muy desigual entre las primeras poblaciones neolíticas del Occidente de Europa, que consumieron menos en las regiones del sur de la costa atlántica que en las del norte. Así lo indica un estudio con participación de la UAB, que ha explorado los usos culinarios de las vasijas que utilizaron las sociedades prehistóricas de hace 7.500-5.500 años y la relación de estos usos con sus actividades agrícolas y ganaderas.

27/04/2020

Los resultados de una nueva investigación revelan que el consumo de lácteos era muy desigual entre las primeras poblaciones neolíticas del Occidente de Europa, con un menor consumo en las regiones del sur de la costa atlántica -península Ibérica y Francia- que en las del norte.

Un equipo de investigación internacional, liderado por la investigadora Miriam Cubas (Universidad de York-Universidad de Oviedo), ha conseguido recuperar residuos de las actividades culinarias en las vasijas usadas por las sociedades prehistóricas de hace 7.500-5.500 años. Los resultados del estudio, en el que también ha participado André Colonese, investigador del Departamento de Prehistoria y del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), han sido publicados en la revista Nature Communications.

El análisis químico de los restos de grasas de animales, cera de las plantas, aceites de pescado y resinas preservados en las cerámicas prehistóricas ha permitido al equipo de la Dra. Cubas explorar los distintos usos de estos recipientes por parte de las comunidades neolíticas, y particularmente su relación con las actividades agrícolas y ganaderas.

Los resultados reflejan una gran variación en el uso de las cerámicas entre estas comunidades. Entre los recursos identificados, destacan los productos lácteos, cuya presencia se incrementa hacia la zona norte de Europa, la región atlántica francesa y las Islas Británicas. Los autores concluyen que estas diferencias pueden estar relacionadas con las diferentes actividades ganaderas, con una mayor presencia del ganado vacuno en el norte y una ganadería centrada en las ovejas y las cabras en el sur de Europa. En la Península Ibérica estas prácticas culinarias reflejan una importancia de los recursos cárnicos procedentes de los animales domésticos (oveja y cabra) que se introducen en esos momentos.

Se trata de una de las comparaciones regionales más amplias que se han publicado hasta el momento sobre el uso de la cerámica durante la Prehistoria. Uno de los hallazgos más sorprendentes es la ausencia de alimentos marinos en las cerámicas documentadas, incluso en yacimientos arqueológicos situados en zonas de costa, donde estos recursos alimenticios están claramente disponibles. Una excepción es la zona del Báltico, donde tanto los recursos lácteos como los alimentos de procedencia marina fueron preparados en la cerámica. 

“Nuestro estudio ofrece una amplia comparación regional sobre el uso de la cerámica durante la Prehistoria. Estos resultados contribuyen a obtener más información sobre cómo vivieron los grupos humanos durante este proceso de cambio tan trascendental que supuso la introducción de la ganadería y la agricultura”, afirma Miriam Cubas, autora principal del artículo. 

“Las diferencias respecto a la frecuencia de aparición de los productos lácteos podrían ser importantes para la comprensión de la evolución de la tolerancia a la lactosa en los adultos en Europa. Hoy en día, las mutaciones genéticas que permiten a los adultos digerir la lactosa presente en la leche tienen una mayor presencia en la zona noroeste de Europa que en las regiones del sur”, sostiene el profesor Oliver Craig, del Departamento de Arqueología de la Universidad de York. 

“Estos datos nos ofrecen una ventana a la riqueza de las tradiciones culinarias entre los primeros agricultores de Europa occidental, y la capacidad que estos grupos tuvieron para adaptarse a las distintas condiciones climáticas y culturales” añade André Colonese.

El equipo de investigadores ha analizado los residuos orgánicos conservados en las cerámicas del Neolítico antiguo procedentes de 24 yacimientos arqueológicos situados entre Portugal y el Báltico. La investigación permite expandir nuestro conocimiento sobre las prácticas culinarias de estas primeras sociedades agrícolas, el papel que desempeñaron los distintos alimentos y su impacto en la dieta de las primeras comunidades campesinas. 

En el estudio han participado investigadores procedentes de la Universidad de York, la Universidad de Oviedo, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, la Universidad Autónoma de Barcelona, el Instituto Max Planck, la Universidad de Cantabria, INRAP, el Servicio Regional de Arqueología de Normandía, el Servicio de Arqueología del Departamento de Calvados, la Universidad de Lisboa, UNIARQ, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Rennes, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, la Universitat Rovira i Virgili, el Museu Arqueológico de São Miguel de Odrinhas y la Universidad de Barcelona.

Referencia: Cubas et al. 2020. Latitudinal gradient in dairy production with the introduction of farming in Atlantic Europe. Nature Communications. doi: 10.1038/s41467-020-15907-4

Esta investigación ha sido financiada por la Comisión Europea a través de un proyecto Marie Curie (First ceramics of Atlantic Europe: manufacture and function -CerAM, MSC 653354) liderado por la Dra. Miriam Cubas