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Las universidades catalanas celebran 10 años de compromiso con las personas refugiadas

Jornada Refugi 10 anys UAB

La UAB acoge una jornada para hacer balance de diez años de los programas universidades–refugio y, al mismo tiempo, para trabajar conjuntamente en el establecimiento de un Protocolo de orientaciones para la acogida académica de personas refugiadas. La actividad se enmarca en el plan de trabajo de la Red Técnica de Cooperación, Voluntariado y Refugio del Consejo Interuniversitario de Catalunya y cuenta con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

17/10/2025

Este octubre se ha conmemorado en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) el décimo aniversario del comunicado “Las universidades catalanas, con las personas refugiadas” de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), que marcó el inicio de las primeras acciones coordinadas del sistema universitario para defender los derechos de las personas desplazadas forzosamente.

Esta jornada, celebrada el 16 de octubre en la sala de juntas del rectorado de la UAB, ha sido organizada desde el Programa Refugio de la UAB, gestionado por la Fundación Autónoma Solidaria, y ha tenido como objetivo generar un espacio de celebración y reflexión entre universidades públicas catalanas, sociedad civil y administración pública. La actividad se enmarca en el plan de trabajo de la Red Técnica de Cooperación, Voluntariado y Refugio del Consejo Interuniversitario de Cataluña y cuenta con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

El acto inaugural ha contado con la participación de Andrea Costafreda, directora general de la ACCD. Costafreda ha felicitado a las universidades por los diez años de compromiso con las personas refugiadas y ha subrayado que, en un mundo con conflictos crecientes y restricciones de las libertades democráticas, la cooperación para la transformación exige proteger a las defensoras de derechos, destacando el papel clave de las universidades en este sistema de protección. Por su parte, Xavier Martínez-Celorrio, secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña, ha señalado que el número de personas refugiadas anualmente se ha duplicado en estos diez años, lo que reafirma la importancia del compromiso de las universidades.

Esther Zapater ha cerrado la inauguración recordando los inicios de los programas refugio a raíz de la guerra de Siria y ha puesto en valor la labor realizada desde la UAB: 150 parejas de mentoría, 247 becas Refugio y una programación anual de actividades de sensibilización y formación en los currículos sobre migraciones, derechos humanos y refugio, en las que solo el curso pasado participaron directamente 800 personas de la comunidad UAB.

La jornada ha incluido la propuesta artística “Yuyay: Memoria”, con Edith Laverde, defensora de derechos colombiana y doctoranda de la UAB, quien ha presentado un monólogo conmovedor sobre la memoria, la pérdida y la resiliencia que ha emocionado a las participantes.

En la mesa redonda “Universidad y Refugio: ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?”, moderada por Pamela Urrutia (Escuela de Cultura de Paz), representantes de universidades, entidades y personas refugiadas han analizado los retos de futuro. Shurouq Alimam Alnajjar, estudiante palestina, expresó su orgullo de formar parte de la UAB y reivindicó la necesidad de apoyo psicológico en los programas de refugio. También destacó la importancia de eliminar las etiquetas de las personas refugiadas, ya que son profesionales y agentes de cambio que pueden aportar, y pidió más investigación vinculada al ámbito del refugio. El director de la Fundación Solidaridad UB, Xavier López Arnabat, recordó que hace más de treinta años que las universidades catalanas acogen personas refugiadas y apeló a una acción conjunta y coordinada para garantizar la continuidad de los programas y reforzar su inserción laboral y social. El director de la Fundación Autónoma Solidaria, Jordi Prat, remarcó que la existencia de estos programas “ya es un éxito en sí mismo” e instó a consolidarlos como estructuras permanentes con más apoyo del sistema universitario y a iniciar una evaluación rigurosa de sus resultados. Laura Riba (gerente de Irídia y miembro de La Fede) alertó sobre el aumento de la conflictividad y de la extrema derecha y criticó la falta de vías seguras. Como elementos a reforzar dentro de los programas refugio destacó las mentorías, tutorías y la atención psicosocial. Como reto, señaló la necesidad de que las becas ofrezcan mayor certeza sobre su continuidad. Finalmente, Estel·la Pareja, docente, investigadora y exdirectora de la CCAR, destacó el papel de la universidad como espacio reparador e igualador de oportunidades, y subrayó la necesidad de impulsar la acogida de más mujeres, mejorar las condiciones materiales de las ayudas y fortalecer el acompañamiento e incidencia ante las dificultades legales. Para concluir la mesa, Urrutia remarcó el papel clave de las universidades como agentes sociales ante el aumento de la conflictividad global y de los discursos de odio, y la urgencia de reforzar la coordinación entre instituciones.

Durante la jornada se presentó el Protocolo de orientaciones para la acogida académica de personas refugiadas, a cargo de Gemma Xarles (UOC), como coordinadora de la Red Técnica de Cooperación del CIC, así como las buenas prácticas de diversas universidades catalanas. Cati Jerez (UB), Gemma Ros (UdG), Àngels Sendra (UdLl), Sara Vilar y Laia Llorens (UOC) presentaron las acciones, medidas y protocolos de las universidades que representan.

Las personas participantes trabajaron y debatieron en grupos sobre las medidas que debe incluir el Protocolo de orientaciones para la acogida académica de personas en situación de refugio de las universidades catalanas, con el fin de aprobarlo el próximo mes de noviembre.

El cierre, a cargo del vicerrector de Relaciones Internacionales de la UAB, Òscar Jané, puso en valor una década de trabajo conjunto que ha consolidado una red universitaria comprometida con el derecho al refugio y el derecho a la educación. Aun así, remarcó que “ojalá no hiciera falta este programa”. Concluyó su intervención destacando que, por un lado, es necesaria una coordinación entre los órganos competentes, no solo desde las universidades, y, por otro, apunto que sería positivo realizar una demanda conjunta de las universidades para que los organismos y administraciones competentes faciliten los procesos de evacuación de personas ante situaciones como la vivida recientemente en Gaza, ya que actualmente no funcionan correctamente.

La jornada permitió poner en valor estos 10 años y generar un espacio de reflexión colectiva y trabajo en red entre universidades públicas catalanas, sociedad civil y administración pública.