La Fundación UAB

El grupo de acción de acogida de la FAS organiza un acto sobre feminismo y movimientos sociales

Captura durant l'acte

El encuentro online reunió a mujeres y miembros de movimientos feministas y sociales de Casa Palestina de Cataluña, el Colectivo Mika, el movimiento feminista kurdo de Rojava, y Esquerra Independentista.

09/03/2021

El martes 9 de marzo, con motivo del Día de la Mujer, las voluntarias del grupo de acción de acogida de la Fundació Autònoma Solidària llevaron a cabo una mesa redonda en línea, bajo el título “Mujeres en el Centro: cambio social y anticolonialismo con perspectiva de género”.

En la mesa redonda formó parte Shadia Ez-Zaher, cofundadora de Casa Palestina de Cataluña; Rosa Maldonado, miembro del colectivo Mika Sororidad Internacionalista; Amina Hussein, periodista kurda vinculada al Movimiento Feminista Kurdo del Norte de Siria (Rojava), y Mar Ampuradès, activista feminista de Esquerra Independentista. 

La jornada fue moderada por Júlia Ajar, estudiante en prácticas del programa de acción de acogida de la FAS, que dio inicio a la sesión ofreciendo la bienvenida a las participantes y asistentes. La estructura de la sesión se dividió en una primera parte dedicada a la realidad y los retos de estos movimientos feministas en Cataluña y, a la segunda parte, se abrió un debate sobre la presencia de las mujeres en la organización popular.

Feminismos en diferentes territorios

La primera intervención fue a cargo de Amina Hussein, periodista kurda que narró el origen del movimiento femenino kurdo del Norte de Siria, territorio conocido como Rojava. El movimiento nace con la fundación del Partido de los Trabajadores del Kurdistán en 1978, liderado por el político y escritor kurdo Abdullah Öcallan. Su base ideológica, conocida como confederalismo democrático, proclama que “la sociedad no será libre sin la libertad de las mujeres” y propicia la presencia y participación de las mujeres en todas las instituciones y órganos de representación.

Este modelo de gestión se materializó en el Kurdistán Sirio en 2011, con el inicio de la guerra de Siria. Las mujeres se organizaron “no solo para echar a los grupos terroristas, sino también para luchar contra el patriarcado”, y se crearon las Unidades Femeninas de Protección (YPJ), una brigada armada exclusivamente formada por mujeres.

Rosa Maldonado, del colectivo Mika Sororidad Internacionalista, explicó que esta asociación feminista, nacida en 2018 en Premià de Mar, tiene por objetivo hacer red, cooperar y acompañar a aquellos movimientos y colectivos feministas y sociales de todas partes que luchan para defender los derechos fundamentales de las mujeres. La asociación toma el nombre de Micaela Feldman, miembro de la Brigada Internacionalista Argentina y primera comandante de un centenar de soldados durante la Guerra Civil Española.

La entidad se ha volcado en dar visibilidad a la lucha por el derecho al aborto legal y gratuito en Argentina, pero también en la reivindicación de los derechos sexuales y reproductivos, a la educación sexual integral, y a apoyar y dar acompañamiento a colectivos -como personas migrantes o de la comunidad LGTBI+- doblemente vulnerables en estos ámbitos. 

Mar Ampuradès habló sobre su experiencia como activista feminista desde diferentes movimientos políticos y estudiantiles. La activista empezó destacando que las crisis como la pandemia actual propician un auge de organizaciones y movimientos feministas, y cómo hoy el movimiento se ha transversalizado en organizaciones políticas del territorio. Como miembro de Esquerra Independentista, defendió que “la lucha independentista, socialista y feminista no se pueden separar” y reivindicó la tarea femenina en espacios políticos tradicionalmente masculinizados donde se ha conseguido reforzar y legitimar la participación de la mujer. 

En cuanto a militancia en movimientos estudiantiles, Mar Ampuradès destacó la aprobación del primer Protocolo de actuación contra el acoso por parte del Consejo de Gobierno de la UAB en 2018, y la importancia de seguir incluyendo la perspectiva de género en las guías docentes de las asignaturas. 

Shadia Ez-Zaher es cofundadora de Casa Palestina de Cataluña, un espacio de reunión y participación para palestinos y propalestinos dedicado a la preservación de su cultura e identidad. Para ella, el movimiento feminista palestino está estrechamente ligado a la identidad. La activista señaló que en los últimos dos siglos, las mujeres palestinas se organizaron y asumieron un rol activo en la lucha contra la ocupación británica y sionista. 

La lucha común de las mujeres palestinas por los derechos de su pueblo y contra el patriarcado continúa presente y se mantiene también en la comunidad que se encuentra en la diáspora, que representa el 80% de la población total palestina. En este sentido, Shadia Ez-Zaher hizo referencia a mujeres que lucharon también desde el exilio, como Leila Khaled; y otros que lo hacen desde el territorio ocupado, como la profesora Hanan Al-Hroub -ganadora del Global Teacher Prize 2016-, o la primera jueza islámica Kholoud Al-Faqih.

Un llamamiento para unir esfuerzos

Durante el debate sobre la relación del feminismo y la organización popular, las cinco mujeres coincidieron en el hecho que es necesario unir luchas y acompañar en otros espacios como una estrategia común para garantizar los derechos fundamentales. En este sentido, Rosa Maldonado mencionó a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que con el objetivo de pedir el paradero de sus hijos desaparecidos o detenidos, se acabó convirtiendo en un movimiento por la justicia y búsqueda de la verdad durante la última dictadura del país. 

En cuanto al Kurdistán, Amina Hussein destacó la influencia y el impacto del movimiento femenino kurdo y su milicia formada por mujeres, que ha tenido entre sus filas a brigadistas de varias nacionalidades y religiones. Pero también denunció la carencia de eco internacional de los ataques perpetuados por Turquía en 2018 y 2019 en el norte de Siria, en los que se torturaron y asesinaron a mujeres kurdas y miembros de las milicias YPJ. Y reclamó que “no solo nos tenemos que solidarizar entre nosotras, sino que se necesitan acciones prácticas”.

Para Mar Ampuradès, el objetivo es avanzar y estar en todas las esferas. Por este motivo, dijo, se tiene que seguir luchando para crear espacios comunes y un programa político feminista “que todas podamos compartir” y aplicar en otras experiencias. Se mostró optimista verso todo aquello que se ha conseguido, pero también recordó que “hay que ser conscientes que es una lucha de fondo y de largo plazo”. 

Por último, Shadia Ez-Zaher manifestó que el feminismo tiene que ser interseccional “con sus ramas y diferentes luchas”, y que no se puede ser exclusivo con la mirada de Occidente. Y también mencionó que la colonización ha condicionado y afectado especialmente en aquellos movimientos y colectivos que todavía hoy sufren represión y luchan para garantizar sus derechos fundamentales.