"Nunca debemos dejar de llamarnos archiveros ni perder nuestra identidad profesional"

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Entrevistamos Claudio Ogass, archivista y activista originario de Chile, que visitó la sexta edición del Laboratorio de Experiencias de Archivística y Gestión de Documentos de la UAB. Actualmente, es estudiante de doctorado en Estudios de Archivo en la Universidad de Liverpool.

10/12/2024

Me gusta mucho el concepto de Laboratorio de Experiencias, con la idea que es un lugar para ensayar y reconocer el error como parte del proceso de aprendizaje. Es una bonita metáfora de lo que se lleva a cabo en estas sesiones.

Claudio Ogass descubrió su pasión por los archivos cuando, siendo historiador, quiso retratar el paso de los años de su país mediante documentos que explicaran su verdadera historia. Hoy, su misión es proteger con planes de emergencia los archivos de las consecuencias nefastas del cambio climático. Hemos tenido la oportunidad de hacerle una entrevista:

 

1. ¿Por qué eligió el cambio climático como eje central de su proyecto? ¿Cree que el cuaderno ICA tiene aplicación real?

Trudy Peterson y Víctor Fonseca, de la sección de Archivo y Derechos Humanos del Consejo Internacional de Archivos (ICA), grupo al cual yo también pertenecía, me contactaron porque querían desarrollar un proyecto piloto para identificar archivos en riesgo de inundación. Invité a un compañero geólogo Francisco González Villanueva, con quien creamos una metodología interdisciplinaria donde hicimos un mapeo de 81 archivos en Río de Janeiro, de los cuales 9 (11%) se podrían inundar hacia 2070. En otro proyecto con más compañeros, hicimos una encuesta a Archivos Nacionales de América Latina y evaluamos sus planes de emergencia. Los resultados mostraban que ningún archivo usaba las palabras “cambio climático” en esos documentos. 

Entonces, profundizamos el debate sobre cómo nos preparamos mejor para enfrentar las consecuencias negativas de este suceso, a la vez que reflexionábamos sobre cómo nuestras prácticas van impactando el medioambiente. Es importante tomar acciones para adaptar las instituciones y convertirlas en más resilientes.

 El objetivo del cuadernillo didáctico financiado por el ICA es que los profesionales del sector puedan identificar cuál es el nivel de riesgo de inundación de sus archivos, debido a la subida del nivel del mar, y sepan cómo actuar. Es un primer paso para promover conciencia del cambio climático de manera colaborativa e interdisciplinaria con material educativo. La idea es que sea una plataforma abierta, que quien quiera pueda aportar sus sugerencias y documentos, e incluso que pueda inspirar a más compañeros a elaborar más herramientas para la protección de estos archivos para su comunidad y frente a otros desastres naturales como huracanes, por ejemplo.

 

2. Aterrizando en el Laboratorio de Experiencias que se celebró el martes 26 de noviembre, ¿Por qué eligió el ámbito de Archivística y Gestión de Documentos de la Escola FUAB Formació para presentar su ponencia? ¿Y qué le pareció presentarla delante de los estudiantes?

Soy exalumno de ESAGED, hice el Curso en Archivos de los Derechos Humanos, Género y Diversidad virtualmente durante la pandemia y tuve una muy buena experiencia como estudiante. Quería conocer en persona la Universidad, por el prestigio que tiene y por ser un punto de encuentro entre los archiveros latinoamericanos. También quería dar a conocer mi trabajo en la etapa final.

Me fascinó el espíritu crítico de los estudiantes, y sus preguntas y sugerencias consiguieron ampliarme la visión. También quería destacar que me gusta mucho el concepto de Laboratorio de Experiencias, con la idea de que es un lugar para ensayar y reconocer el error como parte del proceso de aprendizaje. Bonita metáfora. En este sentido, me interesaron las temáticas tan actuales que eligieron los exalumnos para sus ponencias.

 

3. Ahora que hablamos de tendencias, ¿Qué consejo les daría a futuros estudiantes de Archivística? ¿Qué retos cree que tendrán que afrontar?

La disciplina archivística está atravesando un fascinante periodo tanto de interrogación crítica como de experimentación, donde todo está por hacerse. Es un momento de desafíos por nuevas tendencias y problemas tales como la inteligencia artificial, el cambio climático, la revolución digital, las fake news, entre otros. Por eso es necesario que los archivistas realicemos investigación con orientación práctica, y eso se reflejó en las tres ponencias. Algo que no cambia es una especie de lamento transversal en este sector profesional que cruza todas las naciones. Siempre nos hemos sentido como comunidad un poco postergados y socialmente invisibles.

Lo mejor que los futuros estudiantes pueden hacer es seguir explorando temas muy actuales, tratar de vincularse con las nuevas tecnologías, que pueden ayudarnos a solucionar problemas que llevamos años arrastrando, y vincularse con el trabajo interdisciplinario. Este es un tema que ESAGED cubre muy bien, ya que los estudios se hacen cargo de la tradición, pero a la vez están muy actualizados, así como su biblioteca.

Me gustaría que los estudiantes entendieran la importancia de contribuir a destruir el estereotipo que a menudo afecta a los archiveros, de esa figura rodeada de papeles viejos y llenos de polvo, y que hablaran con orgullo de nuestra profesión. Nunca dejemos de llamarnos archiveros ni debemos perder nuestra identidad profesional.

Hay que mantener un lenguaje común. Las decisiones que tomamos ahora van a perdurar en el futuro, se van a mantener en forma de documentos. Tenemos que aprender muchísimo y también tenemos que enseñar muchísimo a las otras disciplinas.

Claudio Ogass, archivero originario de Chile, consultando archivos

Claudio Ogass, archivero originario de Chile, consultando archivos.

 

4. ¿Qué le llevó a dedicarse a la Archivística y al activismo?

Estudié Historia, y un día la pasión por los archivos despertó cuando, consultando el Fondo de Escribanos de Santiago, me di cuenta de que había documentos que no eran verdaderos. Eso me llamó la atención como historiador, ya que a uno le enseñan que la historia se hace con documentos probados y que hay que hacer una crítica de las fuentes. Empecé a reflexionar sobre la importancia de conocer el contexto de producción de los documentos, y ahí fue cuando investigué y encontré la disciplina de la archivística.

Me gusta mucho la magia que despiertan los archivos en el usuario, los veo como una máquina del tiempo, como un refugio al mundo individualista en el que vivimos. Gracias a ellos, podemos conocer la vida cotidiana de distintas personas.

Mi primer trabajo en este ámbito, y que a la vez conectó con el activismo, fue en 2013 en el Archivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Este es un archivo comunitario y el primer archivo del movimiento estudiantil universitario en el país. Los propios estudiantes de los años 1980 y 1990 quisieron recopilar la historia de la Federación una vez cumplido su centenario, y una vez acabada esta conmemoración, se expuso en un museo.

Este archivo aspira a ser el corazón y el cerebro del movimiento estudiantil, con un perfil muy político. La idea era que se transformara en una plataforma de encuentro intergeneracional e insumo para las generaciones presentes, para que conocieran a fondo su historia, su identidad y así fortalecer la lucha por democratizar el país.

 

5. Después de su acción en Chile se trasladó a la Universidad de Liverpool. ¿Cómo le cambió la perspectiva de la archivística y su interés por el cambio climático?

De la Universidad de Liverpool me llamó la atención el Lucas (Liverpool University Centre for Archive Studies), por la oportunidad de conectar con distintos tipos de archiveros a nivel mundial. En Chile, lamentablemente, la profesión es incipiente, no existe una legislación clara ni hay presupuesto, hay pocas instancias de capacitación profesional o de instancia universitaria.

Mi idea era estudiar fuera de Chile, y Liverpool me pareció una buena opción por este centro y además para conocer a fondo el archivo personal del archivero Hilary Jenkinson, quien es conocido por acuñar la idea de que el rol del archivero es ser un “guardián del archivo”.

Llegué con un proyecto muy claro que ha ido cambiando. Mi estudio consiste en elaborar una historia política del Archivo Nacional de Chile, analizando comparativamente las administraciones de sus directores entre 1962 y 1973 y, principalmente, la comunicación oficial con autoridades del Estado para modernizar la institución y crear políticas archivísticas. Al conocer esta interacción, es posible explorar cuáles son los obstáculos al desarrollo archivístico del país.

 

6. También es coordinador didáctico de los talleres de Archivística Comunitaria en América Latina (TACAL) de Archivistas en Espanglish. ¿Son importantes estos talleres en las comunidades locales? ¿Y la colaboración internacional en el mundo de la archivística?

Estos talleres son un proyecto de Archivistas en Espanglish, un colectivo transnacional de archivistas que luchamos por amplificar y solidificar la memoria de grupos invisibilizados en América Latina. Me uní oficialmente al grupo en 2023 después de empezar una colaboración con el Taller de Archivística Comunitaria de Chile, programa político-pedagógico donde estuve como coordinador entre 2019 y 2021.

En 2023, nos adjudicamos un proyecto de la Sociedad de Archiveros Americanos. Reclutamos profesores de países muy distintos para ofrecer un programa educativo virtual de cinco módulos, bajo la idea de la educación popular. Estamos trabajando con 6 archivos comunitarios que documentan las tradiciones y luchas de pueblos indígenas de México, la teología de la liberación y el punk en Colombia, los sindicatos de prostitutas en Brasil y las radios de barrios en Argentina.

A nivel internacional, hay autoras que postulan que estamos viviendo en un multiverso archivístico, en el que hay distintas dimensiones y maneras de entender los archivos y que todas son válidas. EL TACAL es una demostración de eso y de la importancia de trabajar desde una manera horizontal y colaborativa entre quienes amamos y defendemos los archivos. La idea es avanzar hacia la formación de una red de archivos comunitarios en América Latina para apoyarse mutuamente y desafiar los valores individualistas y competitivos de la sociedad neoliberal.