Artículo sobre la reducción de los delitos presenciales a causa de la situación de alarma
En un artículo publicado en el diario Ara sobre la reducción del número de los delitos presenciales a causa de la situación generada por la COVID-19, Montserrat Iglesias-Lucía, Directora de la Escuela, y Daniel Limones, Presidente del Colegio de Criminólogos de Cataluña y exalumno de la EPSI, analizan las causas y consecuencias del establecimiento del estado de alarma en los actos delictivos.
15/04/2020
En el artículo "El COVID-19 desploma los delitos presenciales", publicado en el diario Ara, el pasado 29 de marzo, se informa sobre la bajada del número de hurtos y robos con violencia, y peleas en la calle, en la delincuencia urbana de Barcelona, según los registros de los Mossos d'Esquadra, que indican que las denuncias por estos hechos se han reducido en un 80%, a causa del establecimiento de la situación de alarma originada por la crisis del coronavirus.
En el análisis del decrecimiento de delitos, en esta pieza periodística, se ha contado con la intervención de Montserrat Iglesias-Lucía, Directora de la Escuela, y Daniel Limones, Presidente del Colegio de Criminólogos de Cataluña y alumni de la EPSI, aportando su pericia en el ámbito de la seguridad integral y prevención.
Con la situación de confinamiento impuesta por las autoridades gubernamentales para frenar la expansión del COVID-19, los hábitos de la población han cambiado y hace vida en casa. En este sentido, los actos delictivos que suceden en la vía pública "han quedado reducidos porque ahora los posibles delincuentes no tienen tantas víctimas. A la vez, ha crecido el control formal e informal, con más patrullas y gente mirando desde los balcones”, comenta Limones. Por su parte, y en este mismo sentido, Iglesias-Lucía explica que “la presencia policial y la limitación de los desplazamientos impiden que haya oportunidades”, y que no se produzcan aglomeraciones para poder realizar algún acto delictivo por parte de ladrones.
En referencia a la violencia de género durante el periodo de confinamiento, ambos expertos se muestran preocupados, puesto que el aislamiento ocasionado por la situación del coronavirus ha desprotegido a las víctimas de sus maltratadores. La docente de la EPSI contempla que éstos utilizan la incomunicación social como "estrategia para aumentar el control" sobre sus víctimas. El criminólogo añade que los delitos que "pasan dentro del domicilio pueden crecer y las víctimas no se pueden separar, porque comparten la vivienda las 24 horas. Ahora es más complicado pedir ayuda".
El artículo finaliza analizando el incremento de los cibercrímenes debido a fraudes para recaudar fondos por supuestas campañas para combatir la enfermedad del COVID-19.
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