UABDivulga - Barcelona recerca i innovació

La reflexión y discusión que muestran las experiencias realizadas en estos muy diversos contextos reflejan el crecimiento del cariz punitivo a nivel global que atraviesan las sociedades capitalistas actuales. Crecimiento de la punición manifestado por medio de la creación de nuevas y más amplias formas de control, aumento de la población privada de libertad, y mayores alcances en los sistemas penales que privilegian la mirada sobre las poblaciones adolescentes y jóvenes.
 
Con referencia a este contexto, el objetivo del número es mostrar las singulares experiencias y vivencias de las mujeres más jóvenes por los sistemas penales. La apuesta fundamental radica en resaltar la mirada desde la perspectiva de género a la gestión de los sistemas y dar cuenta de la singulares experiencias de las mujeres. Además en los artículos pueden encontrar reflexiones que articulan análisis en una gran diversidad de temáticas como: maternidades en prisión, relaciones homoafectivas, visitas íntimas, derechos sexuales y reproductivos, procesos de sexualización y denegación de la violencia sexual, entre muchos otros.

Las Criminologías Feministas son un puntal para la reflexión e integran las relaciones de género como una forma de dominación presente en los sistemas penales; en tanto éstos se constituyen en tecnologías de género que construyen sentidos acerca de la diferenciación de género, sustentados en modelos de convivencia patriarcal. El cómo lo hacen será una de las principales discusiones que componen este número, ¿cómo los sistemas penales funcionan para construir los sistemas de sexo-género?
 
Los sistemas penales construyen relaciones de subordinación por medio de la discriminación y de la igualación. En muchos casos, las reivindicaciones feministas de una justicia igual en el plano formal no se acompaña de tal igualdad, dado que las normas son aplicadas entre personas con fuertes desigualdades sociales. La apuesta por la equidad es otro camino a transitar. Por su parte, las mujeres que son seleccionadas por los sistemas penales obedecen a una desviación tanto a la normatividad penal como a la socialización de género, lo que determina un abordaje que vincula la tríada feminización, domesticación y medicalización. Del mismo modo en la esfera jurídica las mujeres han aparecido equiparadas a los niños/as, en función de requerimientos de normalización, tutela y protección. Los delitos destacados son aquellos que atentan contra el orden de las familias y la moralidad pública, donde priman sus roles como cónyuges, madres y/o hijas y fundamentalmente como cuidadoras. Las construcciones asociadas a la criminalidad de las mujeres surgen de forma temprana vinculadas a lo sexual, a través de la figura de la prostituta se encarna la desviación de lo femenino por excelencia, lo que anteriormente fueron las brujas, condenadas por copular con el diablo. En el caso de las adolescentes se conjugan dos condiciones, ser mujeres y menores de edad, lo que comporta procesos de control y vulneración mayores, asociados a la tutela infantilizada. El cuerpo, en tanto que espacio privilegiado de castigo se hará presente, haciendo foco en el terreno del disciplinamiento de las sexualidades.
 
En este número monográfico se encuentran once producciones que invitamos a su lectura: