• Portada
20/12/2024

El antropomorfo mioceno Oreopithecus: Un enigma de 150 años revisado

Mandíbula i crani tipus d'<i>Oreopithecus</i> <i>bambolii</i>

Un artículo de revisión sobre el misterioso antropomorfo mioceno Oreopithecus, publicado con motivo del 150 aniversario de su descripción original, revisa sus controvertidas relaciones de parentesco con otros antropomorfos. Seguir investigando a Oreopithecus es clave para resolver mejor la confusa historia evolutiva de los antropomorfos del Mioceno en su conjunto.

La mandíbula tipo de Oreopithecus bambolii (izquierda) y el cráneo de 1958 (derecha). Fotografías de S. Bartolini-Lucenti y E. Cioppi, reproducidas a partir de Alba et al. (2024: figs. 4a1 y 7a2), respectivamente.

En 1872 se describió el antropomorfo extinto Oreopithecus bambolii a partir de una mandíbula del Mioceno Superior de la Toscana (Italia). Muchos años más tarde, en 1958, se descubrió un esqueleto articulado de Oreopithecus bastante completo (aunque aplastado). Debido a esto, Oreopithecus es uno de los antropomorfos miocenos mejor conocidos. Sin embargo, sus relaciones filogenéticas (de parentesco) han sido muy controvertidas. El oreopiteco forma parte de una fauna insular endémica que, hace entre 8 y 7 millones de años aproximadamente (Mioceno Superior), se distribuía en un archipiélago que comprendía la actual Toscana y la isla de Cerdeña. En 2022, di una charla en un congreso que conmemoraba el 150 aniversario de la descripción original de Oreopithecus, y la versión larga de esta charla se publicó en 2024 en un volumen especial del Bollettino della Società Paleontologica Italiana. Este artículo de revisión pretende contextualizar el oreopiteco en el marco de la evolución de los antropomorfos del Mioceno y evaluar de forma crítica las múltiples hipótesis filogenéticas que se han propuesto durante las últimas décadas.

En el pasado, el oreopiteco se consideró un mono del Viejo Mundo (cercopitecoideo), un antropomorfo (hominoideo), un simio primitivo (es decir, un antiguo linaje del grupo que incluye los monos, los antropomorfos y los humanos), o incluso un antepasado humano lejano. En la década de 1980, el estatus hominoideo de Oreopithecus se aceptó de manera general, pero sus vínculos evolutivos más cercanos continuaron siendo muy debatidos. El problema es que el oreopiteco combina una morfología dental peculiar con un cráneo bastante primitivo y un esqueleto locomotor aparentemente especializado (que, en varios aspectos, se asemeja al de los antropomorfos modernos). A partir de similitudes dentales, algunos autores apoyaron un vínculo estrecho con un grupo de antropomorfos primitivos (los nyanzapitecos) del Mioceno Inferior al Superior de África. Otros consideraron que era ancestral en sentido amplio al grupo de los antropomorfos actuales, es decir, los hilobátidos (pequeños antropomorfos) y los homínidos (grandes antropomorfos y humanos). Finalmente, otros consideraron a Oreopithecus como un descendiente directo de los grandes antropomorfos del Mioceno de Europa (los driopitecos), sobre todo a partir de adaptaciones locomotoras similares y algunas similitudes craneales. Las hipótesis de los nyanzapitecos y los driopitecos tienen implicaciones paleobiogeográficas distintas (origen africano versus europeo), ilustrando los principales problemas a los que nos enfrentamos a la hora de reconstruir la historia evolutiva de los antropomorfos del Mioceno en general. ¿Qué nos dice la evidencia actual?

Las pocas similitudes craneales del oreopiteco con los grandes antropomorfos modernos podrían estar relacionadas con el tamaño corporal grande (más de 30 kg en los machos, algo menos que un orangután hembra) y su morfología craneal en conjunto parece más primitiva, y recuerda a la de los hilobátidos y los antropomorfos más basales de África (como los nyanzapitecos). Su peculiar morfología dental también muestra semejanzas detalladas con la de los nyanzapitecos. Por ello, algunos análisis filogenéticos recientes apoyan un vínculo con los nyanzapitecos. Esto indicaría que las adaptaciones locomotoras de Oreopithecus similares a las de los antropomorfos modernos evolucionaron de forma independiente, como resultado de presiones de selección similares. Esto no es ninguna sorpresa porque, muy probablemente, también es el caso de varios linajes de hominoideos actuales. De hecho, se sugirió recientemente que la convergencia postcraneal está causando mucha confusión en la reconstrucción filogenética de los antropomorfos del Mioceno.

En conjunto, la evidencia actual apoya que el oreopiteco es un descendiente tardío de los nyanzapitecos, que se habrían dispersado desde África hacia el archipiélago Toscano-Sardo durante el Mioceno Superior y habrían adquirido adaptaciones dentales y locomotoras particulares bajo condiciones de insularidad. Sin embargo, hace falta más investigación para acabar de confirmar esta hipótesis. Sea como fuere, deberíamos dejar de considerar a Oreopithecus como un primate insular extraño, ya que podría ser sólo la punta del iceberg de los problemas relacionados con la filogenia de los antropomorfos miocenos. En vez de meter con calzador al oreopiteco en el paradigma actual de la evolución de los antropomorfos, deberíamos estar dispuestos a explorar hipótesis alternativas (aunque no sean ortodoxas). Oreopithecus es más que un misterio por resolver—es clave para desembrollar el rompecabezas de la filogenia de los antropomorfos del Mioceno.

David M. Alba

Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP-CERCA)

Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Alba, D. M., Urciuoli, A., Hammond, A. S., Almécija, S., Rook, L., & Zanolli, C. (2024). Miocene ape evolution: Where does Oreopithecus fit in? Bollettino della Società Paleontologica Italiana, 63, 153-182. https://doi.org/10.4435/BSPI.2024.01

 

 
View low-bandwidth version