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A los parlamentos de todo el mundo no es extraño que aparezcan escenas tensas e incluso violentas entre los parlamentarios. La mayor parte de la investigación sobre conflictos a los parlamentos, aun así, ha buscado las causas en los rasgos de los países, partidos o legislaturas, y no en las características psicológicas de los mismos políticos. Nuestra investigación se centra en entender por qué algunos diputados tienen una mayor predisposición al conflicto y qué papel juegan sus rasgos de personalidad en estos comportamientos.

Partimos de la idea que la personalidad influye en la tendencia de los diputados a participar en dinámicas conflictivas. En concreto, hemos examinado la relación entre los rasgos de la “Triada Oscura” (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) y la dimensión de la personalidad conocida como amabilidad con las actitudes hacia el conflicto. Nuestro análisis muestra que el maquiavelismo es el rasgo que más se asocia con actitudes conflictivas en los diputados (por ejemplo, tendencia a menospreciar pactos o a considerar los opositores como “malvados”), lo que indica una tendencia a manipular y priorizar sus objetivos por encima de la cooperación. En el otro extremo, hemos encontrado que los diputados que se autodefinen como más sociables son menos propensos a comportamientos hostiles y favorecen la cooperación en sus interacciones.

Para llevar a cabo la investigación, utilizamos datos del tercer estudio sobre representantes políticos en España, recogidos el 2022. La muestra incluyó 547 diputados de las cámaras legislativas nacionales y autonómicas, que nos proporcionó una visión representativa de las actitudes hacia el conflicto dentro de las instituciones políticas españolas. Para medir los rasgos de personalidad, se utilizaron versiones reducidas de cuestionarios reconocidos, como el BFI-10 para los “Big Five” y el “Dirty Dozen” para la Triada Oscura. El cuestionario preguntaba también por la tendencia a buscar o evitar la confrontación y por la resistencia a consensuar, lo cual nos permitió crear una escala de actitudes hacia el conflicto parlamentario. Los resultados se analizaron mediante regresiones múltiples, lo que nos permitió crear una escalera de actitudes hacia el conflicto parlamentario. Los resultados se analizaron con regresiones múltiples y pudimos identificar relaciones significativas entre rasgos como el maquiavelismo y una mayor predisposición al conflicto, incluso después de controlar factores como el partido, el género, la edad o la experiencia.

Estos hallazgos nos ayudan a comprender mejor las bases psicológicas del conflicto parlamentario y podrían ser útiles para los partidos políticos a la hora de seleccionar candidatos que fomenten una cultura de cooperación en el Parlamento.