Aprendizaje-servicio en la universidad y dimensión europea

Alumnes fent una presentació

 

Ahora que la cooperación universitaria europea está pasando de una dimensión individual a otra más colectiva, y se impulsan nuevos programas ERASMUS + como los BIP (Blended Intensive Programmes), se abre una oportunidad para infundir los valores y las prácticas del aprendizaje-servicio en clave europea, y promover la universidad como un espacio de activismo transformador de la sociedad, empezando por ella misma.

15/02/2023

Los tratados europeos establecen una única competencia educativa de la Comisión: la cooperación educativa. Aprendizaje mutuo, monitorización compartida, intercambio, movilidad. Sin duda, el programa más exitoso y que más recursos ha obtenido de la Comisión por este propósito ha sido ERASMUS, que promueve la movilidad individual de estudiantes universitarios, profesorado y personal de administración y servicios entre centros de educación superior.

Con el objetivo de diversificar las modalidades de movilidad, rentabilizar recursos e intensificar impactos, la Comisión ha impulsado desde hace dos años los BIP – los Blended Intensive Programmes. Los BIP son programas en los cuales intervienen un mínimo de tres centros de educación superior de tres países diferentes de la Unión, y que tienen una carga docente de 3 créditos ECTS. Consisten en asignaturas coproducidas por el profesorado participando que se desarrollan en contexto internacional siguiendo una modalidad mixta: una parte en línea, y una parte presencial subvencionada que tiene lugar en uno de los centros implicados. El estudiantado, en vez de participar individualmente, lo hace en grupo, y la estancia en el extranjero puede variar entre un mínimo de una semana y un máximo de un mes.

La Facultad de Ciencias de la Educación de la UAB participa en el impulso de BIPs desde la primera edición el curso 2020-2021, junto con un centro de educación superior neerlandés y otro belga. En este contexto, el equipo coordinador ha introducido el aprendizaje-servicio como una metodología para intensificar el aprendizaje y fortalecer actitudes de compromiso.

La organización del BIP proporciona numerosas oportunidades para implicar el estudiantado en el codisseny y realización del programa académico, así como también en la mejora de la universidad. Así, la participación en una edición comporta el compromiso por parte del estudiantado implicado de mantener la vinculación como mínimo por dos cursos.

El BIP llevado a cabo a la UAB tiene por objetivo la promoción del activismo en la universidad, como espacio de aprendizaje y de acción por la transformación social. El estudiantado dedica un primer año en el estudio y análisis de los derechos fundamentales en su universidad, en materia de igualdad de género, de interculturalidad y de inclusión, y lo comparte con el resto de estudiantes otros países.

Este análisis compartido y enriquecido por la perspectiva europea concluye con la redacción de uno “manifiesto”, un documento de síntesis de las principales propuestas de mejora que se traslada a las autoridades académicas de cada centro, y sobre las cuales se forja un compromiso de acciones para implementarlas: difusión a través de redes, presentaciones públicas, charlas con los iguales.

El segundo año, con la experiencia acumulada del proceso vivido el año anterior, el estudiantado hace seguimiento del impacto que han tenido sus propuestas en su contexto local, por un lado, y colabora en la coproducción de la nueva edición del BIP del nuevo curso, participando voluntariamente en las diversas actividades programadas y actuante con el rol de mentor con el nuevo grupo de estudiantes. Tiene un papel especial durante la realización de las actividades presenciales, en el momento de acoger y acompañar los nuevos participantes, y de coliderar las actividades formativas con el profesorado.

Los programas BIP, lejos de ser acciones formativas de consumo pasivo para el estudiantado, pueden acontecer espacios de empoderament, participación y compromiso que nutren la calidad de la acción formativa y de la universidad en general.  Y esto solo depende de la actitud y la voluntad de aquellas y aquellos que los impulsan.

Por Miquel Àngel Essomba