Vulnerabilidad multidimensional en la ética de la investigación: lecciones de la pandemia de la COVID-19
Tradicionalmente, la ética de la investigación en ciencias sociales ha enfatizado proteger los grupos sociales, aunque el concepto de vulnerabilidad sigue sin estar teorizado. La pandemia de la COVID-19 ha iluminado tanto las vulnerabilidades universales – nuestra susceptibilidad compartida a las enfermedades y a la interdependencia social – y las vulnerabilidades contextuales, que impactan de forma desproporcionada grupos como las persones mayores, individuos de bajos ingresos, personal del ámbito sanitario y minorías étnicas. Para abordar esta complejidad, desde el proyecto MIGRADEMO se defensa el concepto de vulnerabilidad multidimensional, que reconoce la interacción entre la vulnerabilidad universal relacionada con la salud y los varios factores contextuales.
Este marco de trabajo tiene implicaciones éticas importantes para la investigación, en particular para el caso del trabajo de campo. El personal investigador tiene que identificar los grupos vulnerables afectados por la pandemia y considerar las dimensiones interseccionales de la vulnerabilidad para asegurar su inclusión y protección. La valoración detallada de los entrevistados y los espacios del trabajo de campo deben tener en cuenta el impacto de la pandemia en las vulnerabilidades existentes y, también, en la emergencia de nuevas. Las consideraciones éticas deberían integrar vulnerabilidades relacionadas con la salud y aprovechar las alianzas con instituciones locales para obtener conocimientos matizados sobre los riesgos cambiantes. Así, el personal investigador tiene que mantenerse flexible para descubrir las vulnerabilidades “escondidas” durante el trabajo de campo. Es más, la investigación debe considerar estas vulnerabilidades superpuestas en cada etapa del proceso de investigación, incluso en trabajo de campo y la difusión de resultados, durante y más allá de la pandemia de la COVID-19.
Por otro lado, la investigación en línea requiere una avaluación cautelosa, ya que puede exacerbar o hacer más oscuras ciertas vulnerabilidades. Una alternativa recomendable sería una aproximación híbrida que combine el trabajo de campo y métodos en línea y que se adapte a los objetivos de la investigación, a los perfiles de los participantes y a la dinámica de la vulnerabilidad contextual.
Con un enfoque ético reflexivo y adaptable, el concepto de la vulnerabilidad multidimensional ofrece un marco de trabajo sólido parar abordar los retos éticos planteados por la COVID-19 y crisis globales futuras. Este enfoque promueve una comprensión holística de los factores complejos que modelan las vulnerabilidades individuales y colectivas.
Deniz Pelek
Izmir Demokrasi Üniversitesi
Vladimir Bortun
University of Oxford
Eva Østergaard-Nielsen
Departamento de Ciencia Política y Derecho Público
Universitat Autònoma de Barcelona
Referencias
Pelek, D., Bortun, V., & Østergaard-Nielsen, E. (2023). Emerging ethical challenges in researching vulnerable groups during the COVID-19. Qualitative Research, 24(3), 731–750. https://doi.org/10.1177/14687941231176945