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Las variaciones individuales en las respuestas de comportamiento de los animales de una misma población expuesta a un desafío ambiental se describen utilizando el término "estilo de afrontamiento". Este término busca describir los vínculos consistentes entre los rasgos de comportamiento y fisiológicos, el rendimiento y la forma física, y clasifica a los animales (incluidos los peces) en dos estilos opuestos de afrontamiento de estrés: proactivo (basado en adrenalina, afrontamiento activo o "lucha de huida") y reactivo (basado en cortisol, afrontamiento pasivo o 'conservación-retirada'). Sus rasgos de comportamiento sugieren que a los peces proactivos les irá mejor en ambientes estables, abundantes y de alta densidad, mientras que a los peces reactivos prosperarán mejor en ambientes con recursos dispersos, impredecibles y con baja densidad de animales. Las diferencias en los estilos de afrontamiento también pueden influir en la resistencia a la enfermedad, el rendimiento del crecimiento, los ajustes metabólicos y, en última instancia, el bienestar de los peces en la práctica intensiva de la acuicultura, donde las altas densidades del stock facilitan la propagación de patógenos bacterianos y virales.

 

El objetivo de nuestro estudio, que se realizó en colaboración entre investigadores de la UAB y de la Universidad de Panamá (Panamá), fue evaluar cómo los peces con diferentes estilos de afrontamiento responden al estrés de la vacunación a lo largo del tiempo. Las doradas (Sparus aurata) se examinaron para saber qué estilos de afrontamiento tenían y posteriormente se sometieron a un factor estresante que puede ocurrir en condiciones de acuicultura, es decir, a una vacunación en baño contra Vibrio anguillarum.

 

Se tomaron muestras  de branquias e higados en diferentes momentos después de la vacunación y se analizaron los genes relacionados con la immunidad, el estrés oxidativo y con el metabolismo, así como los indicadores metabólicos, de salud hepática y los endpoints (extremos) del estrés oxidativo. Los resultados indicaron que los peces proactivos en la vacunación en baño muestran una respuesta inmune alta y un metabolismo más bajo, mientras que los peces reactivos muestran una respuesta inmune baja y una mayor respuesta metabólica. La propensión de la dorada proactiva a provocar respuestas proinflamatorias locales en los tejidos branquiales en las etapas iniciales de la vacunación puede ayudar a reducir el impacto de la vibriosis (enfermedad causada por Vibrio anguillarum) en la población, tanto en ambientes naturales como artificiales. Sin embargo, la aparición de respuestas inflamatorias también puede afectar los compromisos fisiológicos y metabólicos que sostienen la activación de la inmunidad, lo que perjudica la respuesta general a la infección.

 

La selección de estilos de afrontamiento en granjas o sistemas controlados puede ayudar a definir el efecto de la personalidad individual en la regulación homeostática, las respuestas energéticas y metabólicas a la carga alostática (desgaste) y la covariación de los rasgos de comportamiento con los perfiles individuales inmunes.

Figura 1. Esquema de las pruebas de comportamiento y cribado del comportamiento para fenotipos proactivos y reactivos en Sparus aurata.
 

Figura 2. Respuestas hepáticas de peces proactivos y reactivos expuestos a bacterina de Vibrio anguillarum a los 1, 3 y 7 días después de la vacunación. Perfiles de expresión de las transcripciones relacionadas con el sistema inmunológico (lpl, ghr1) del estrés oxidativo (gpx1, sod y cat) y el sistema metabólico (lpl, ghr1). * Indica diferencias significativas entre peces proactivos y reactivos. Δ indica diferencias significativas entre los peces proactivos y de control. ▴ indica diferencias significativas entre los peces reactivos y de control. Datos se presentan como media ± SD.