Un marco para una economía circular justa
Una Economía Circular (EC) puede resumirse como un sistema económico diseñado para minimizar los residuos y optimizar el uso de los recursos manteniendo los materiales en uso el mayor tiempo posible, reduciendo la cantidad de residuos producidos y preservando el valor de los productos y materiales. El modelo de la economía colaborativa pretende crear un sistema de circuito cerrado en el que los materiales se reutilizan, reparan y reciclan, en lugar de desecharse tras su primer uso.
En los últimos años se ha prestado gran atención a este enfoque de la economía debido a su potencial para abordar los retos medioambientales y económicos, pero también se ha enfrentado a críticas desde diversos frentes. A los críticos les preocupa que la economía circular no aborde las causas profundas de la degradación medioambiental, los principales motores de las desigualdades de clase y de género, y que no sea económicamente viable a corto plazo. Además, los economistas ecologistas aportaron pruebas sólidas de que cualquier actividad económica está sometida a las leyes de la entropía y disipa energía y material de forma irreversible. Por lo tanto, la circularidad total es científicamente imposible.
En este artículo sostenemos que debemos reconocer estas limitaciones y avanzar hacia una Economía Circular Justa. Para ello, debemos adoptar un enfoque que considere fundamentales el conocimiento y la acción de las partes interesadas. Bajo este paradigma, la transición hacia una economía circular no se concibe como un reto tecnocrático, sino como un proceso de transformación socioeconómica basado en principios de justicia social y medioambiental.
Sugerimos que la Investigación e Innovación Responsables (IIR), como enfoque para considerar la relación de la ciencia con la sociedad en general —en particular los conceptos constitutivos de anticipación, inclusión, reflexión y capacidad de respuesta—, se presenta como una lente a través de la cual podemos integrar consideraciones de justicia en las prácticas de la economía circular. Al explorar estas dimensiones con una visión crítica de cómo el discurso de la economía circular a menudo no ha tenido en cuenta quién se beneficiará de la transición hacia esta, presentamos un marco para dar soporte al diseño de prácticas de economía circular responsables.
Sostenemos que dicho marco puede proporcionar un punto de partida para el futuro perfeccionamiento y enriquecimiento del contexto de decisión al cual se enfrentan los colectivos relevantes en el transcurso de la transición hacia una economía circular justa. Una transición justa y responsable hacia la circularidad no significa simplemente cambiar la forma en que producimos y organizamos nuestras economías, sino que también implica reflexionar sobre quién tiene derecho a decidir, cómo implementamos una gestión democrática de la tecnología y cómo abordamos los posibles impactos perjudiciales que dicha transición podría tener sobre los que carecen de poder en nuestras sociedades.
Por último, defendemos que cualquier iniciativa basada en la idea de circularidad está abocada al fracaso si no se cuestiona seriamente la imposibilidad de tener un crecimiento económico sin fin en un planeta finito. Sugerimos que los defensores de la circularidad adopten un paradigma posterior al crecimiento, es decir, que reflexionen sobre una organización económica que ya no se base en maximizar el crecimiento económico, sino que se centre en atender las necesidades humanas.
Departamento de Empresa, Facultad de Economía y Empresa, Universitat Autònoma de Barcelona
Referencias
Purvis B., Celebi, D., & Pansera, M. (2023). A framework for a responsible circular economy. Journal of Cleaner Production, 400, 136679–. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2023.136679
Esta investigación foma parte del proyecto H2020 A Just Transition to Circular Economy (JUST2CE).