Reivindican la identidad cultural de la sociedad indígena de la Patagonia
“¿La Patagonia era un desierto?” A partir de esta pregunta, el equipo de investigación argentino-español ha analizado la formación de la etnicidad en Patagonia, una de las últimas regiones del globo en ser ocupadas por el ser humano hace 13.000 años aproximadamente, según las últimas dataciones radiocarbónicas de yacimientos arqueológicos de la zona. El trabajo, publicado en la revista Arctic Anthropology, rompe con la concepción tradicionalmente difundida acerca de esas sociedades.
“Empezamos nuestro análisis a partir de la situación actual de la sociedad indígena, una situación de pérdida de identidad cultural con mucha mezcla de poblaciones debido a múltiples movimientos migratorios y a las presiones de la vida urbana”, explica Juan A. Barceló, autor principal del estudio, arqueólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Hasta el momento, la documentación defendía la idea de que la región fue ocupada por primitivos cazadores-recolectores que se fueron "muriendo" y desparecieron dejando un "desierto". Sin embargo, a pesar de que hoy subsisten como poblaciones marginales, este estudio constata que la población indígena tiene su propia historia.
A partir de documentación etnográfica, de las historias de vida de ancianos que en su infancia vivieron como cazadores-recolectores móviles, y fuentes de información de viajeros y naturalistas del S. XIX, los científicos sociales analizaron con programas informáticos creados para el estudio las dinámicas de las poblaciones indígenas. “Más allá de los lugares comunes, integramos datos arqueológicos, antropológicos, etno-históricos para poner de manifiesto la profunda complejidad social y de estrategias económicas, sociales y reproductivas de unas comunidades humanas aparentemente más simples”, afirma el investigador.
Antes de la colonización europea, la población indígena tenía niveles muy evolucionados de jerarquización social. “Contaban con formas de caudillos relativamente evolucionadas, transmisión vía parentesco de la preeminencia social y concentración de riqueza, sobre todo acumulando miles de cabezas de ganado bovino o caballar”, declara Barceló. El equipo de expertos explica cómo las sociedades indígenas pudieron conformar complejas organizaciones sociales y políticas capaces de movilizar a miles de guerreros. “Cuando luchan contra la presión de las sociedades industriales son capaces de llamar a filas a bandas militares de más de mil guerreros, reuniendo fuerzas procedentes de territorios distantes y con diferentes lenguas e identidad”, asegura el experto. Según Barceló, esta enorme capacidad de movilización tuvo a raya durante casi 100 años la presión cada vez mayor de la sociedad industrial, “hasta que ésta utiliza cañones, fusiles y sables y logra exterminar determinados grupos étnicos”.
De forma errónea se había considerado que estas poblaciones indígenas eran marginales, y hablaban el mismo idioma. Sin embargo, existen estudios históricos de las lenguas australes que distinguen entre más de 30 idiomas y dialectos diferentes, con diferentes grados de la relación entre ellos. “La complejidad lingüística fue probablemente mucho mayor antes del contacto europeo, debido a que una característica importante de la colonización fue la tendencia hacia la homogeneidad lingüística”, confirma el estudio.
Asimismo, los investigadores descubrieron que eran sociedades “extraordinariamente dinámicas” que ajustaban sus características internas en función de los cambios. “No eran sociedades adaptadas de una manera pasiva al terreno y a sus recursos sino que ellos mismos construían su propia trayectoria histórica a partir de la toma constante de decisiones sociales”, asevera Barceló. “Los destinatarios de esta investigación son, además de la comunidad académica y el público en general, las sociedades indígenas a las que tradicionalmente se les ha negado su pasado”, concluye el experto.
Fuente: SINC
Referencias
"Where Does the South Begin? Social Variability at the Southern Top of the World". Juan A. Barceló, Mª. Florencia del Castillo, Laura Mameli, Eduardo Moreno, Blanca Videla. Arctic Anthropology 46 (1-2): 50-71, 2009.