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18/11/2020

Reconstruida la paleodieta de Theropithecus oswaldi de Cueva Victoria (Cartagena), un papionini fósil del Pleistoceno Inferior

Paleodieta

El primate Theropithecus oswaldi emprendió una amplia expansión geográfica hace 4,1 millones de años para luego extinguirse durante el Pleistoceno, dejando un abundante registro fósil. Los restos encontrados en Cueva Victoria (Cartagena) pueden ayudar a profundizar en el conocimiento de las adaptaciones ecológicas, así como los motivos de su extinción, sus rutas migratorias y procesos de colonización. En este estudio, llevado a cabo por investigadores de la Unidad de Antorpología Biológica de la UAB y de la Unidad de Zoología y Antropología de la UB, se ha reconstruido la dieta del primate extinto comparándola con la del único babuino vivo en la actualidad en las montañas etíopes, T. gelada.

Hace 4,1 millones de años, en la región de la actual Kenia, irrumpió en el registro fósil africano un nuevo género de primate catarrino, Theropithecus. La historia evolutiva de este género es sorprendente puesto que se convirtió en el primate más abundante en el registro fósil durante el Pleistoceno (0,5Ma) para acabar sufriendo un colapso casi total y desapareciendo, seguramente desplazado por un nuevo género catarrino, Papio, originado en Sudáfrica y con una mayor versatilidad dietética.

Theropithecus mostró una expansión geográfica notable más allá del desierto del Sáhara. Así, T. oswaldi realizando un Out of Africa (por ejemplo, el proceso de migración y expansión de las poblaciones fuera de África) llegó a Eurasia, en paralelo al género Homo. Se han recuperado restos de Theropithecus en Israel e India, por un lado, en una posible ruta de salida de África, y en el Magreb y sur de la Península Ibérica (en el yacimiento de Cueva Victoria, Cartagena), en otra posible ruta de expansión. A pesar de esto, durante el Pleistoceno, Theropithecus oswaldi desapareció casi totalmente. Actualmente solo queda una única especie del babuino Theropithecus, T. gelada, confinada en ambientes de alta montaña de Etiopía, como al Parque Natural de las Montañas Simien.

Los restos paleontológicos de T. oswaldi de Cueva Victoria tienen un interés paleontológico inherente al hecho de ser las únicas recuperadas en el continente europeo. Por lo tanto, su estudio puede ayudarnos a profundizar sobre las adaptaciones ecológicas de esta especie y, eventualmente, poder hipotetizar los motivos de su posterior extinción. Además, pueden aportar información sobre las migraciones y los procesos de colonización de fauna africana a través del Mediterráneo.

Para caracterizar la dieta en los restos de T. oswaldi de Cueva Victoria se analizó el patrón de microestriación bucal correspondiente a la dentición postcanina (premolares y molar). Los estudios de microestriación se basan en el análisis estadístico de las estrías que ciertas partículas presentes en el bolo alimentario dejan en el esmalte durante el proceso de masticación. Normalmente se trata de fitolitos, es decir, partículas de sílice con función estructural que se encuentran en las plantas (con un índice de dureza en la escala de Mohs superior a la del esmalte dentario). A pesar de esto, la incorporación de elementos extrínsecos a la comida, como arena o polvo, también puede producir estrías durante el proceso de masticación. Para poder interpretar el patrón de microestriación de T. oswaldi, se comparó con el de un conjunto de primates catarrinos actuales de dieta conocida.
Cueva Victoria
Los resultados del estudio indican que T. oswaldi muestra un patrón de microestriación similar al de otras especies frugívoras actuales como podría ser Mandrillus sphinx (mandriles) o los mangabeis (Cercocebus sp.) adaptadas a alimentos duros y que viven en ambientes semiabiertos de bosques y sabanas. El hecho más sorprendente es la diferencia de dieta observada entre la especie fósil T. oswaldi de Cueva Victoria y la actual T. gelada de las montañas etíopes. Esta diferencia indicaría que la especie fósil de Cueva Victoria habría tenido un régimen dietético más amplio que T. gelada, una posible adaptación para afrontar el cambio climático que afectó a Eurasia hace unos 1,0 Ma.

El próximo paso del proyecto Paleobabooni consiste, precisamente, al comparar el patrón de microestriación de los restos de Cueva Victoria con los especímenes de Theropithecus recuperadas en el norte de África, para poder comprobar si presentaban adaptaciones dietéticas similares. 

1Laura Martínez Martínez ; 2Ferran Estebaranz Sánchez

Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Universitat de Barcelona (UB)
1Unidad de Zoología y Antropología, Departmento BEECA, Facultad de Biología (UB)
2Unidad de Antropología, Departamento BABVE, Facultad de Biociencias (UAB).

Referencias

Martinez, L.M .; Estebaranz-Sánchez, F .; Ferràndez-Cañadell, C .; Romero, A .; Ribot, F .; Galbany, J .; Gibert, L .; Pérez-Pérez, A. Buccal dental-microwear and feeding ecology of Early Pleistocene Theropithecus oswaldi from Cueva Victoria (Spain). Journal of Human Evolution (2020): 142 https://doi.org/10.1016/j.jhevol.2019.102736

 
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