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30/11/2020

Presencia y ausencia del clítico locativo hi

Clictico

El comportamiento del pronombre locativo hi del catalán puede parecer arbitrario: con determinados verbos de movimiento a veces es imprescindible, mientras que otras veces, con estos mismos verbos, está de más y puede  alterar el significado de la frase o entorpecer su buena formación. Ello es debido a las propiedades deícticas del lugar de destinación. El pronombre hi no aparecerá si el lugar de destinación se identifica con  el lugar de uno o de los dos participantes que han establecido la comunicación.

En catalán, cuando en una conversación o en un texto no queremos repetir una expresión locativa, podemos hacer uso del pronombre átono (o clítico) hi. Así, en (1b) el pronombre representa el complemento locativo estático a Cerdanyola que aparece en (1a), mientras que en (2b) el pronombre representa el complemento locativo direccional (o dinámico) al teatre.

(1)
a. L’actriu vivia a Cerdanyola.
“La actriz vivía en Cerdanyola”.

b. L’actriu hi vivia. 
La actriz loc. vivía’.
“La actriz vivía allí”.
 
(2)
a. L’actriu es dirigeix al teatre. 
“La actriz se dirige al teatro”.

b. L’actriu s’hi dirigeix. 
La actriz se loc. dirige’
“La actriz se dirige allí”. 

Si suprimimos el pronombre hi en (1b) y en (2b), el significado de la frase cambiará radicalmente. En (3) el verbo viure toma el sentido de estar vivo y dirigir-se el de 'ser la directora de una misma en una actuación'.

(3)
a. L’actriu vivia.
“La actriz vivía”. 

b. L’actriu es dirigeix.
“La actriz se dirige a sí misma”.

Centrémonos en los verbos que expresan movimiento hacia una destinación, como el de (2). Estos verbos exigen la presencia de un complemento locativo que debe ser considerado un complemento seleccionado, (y no un circunstancial o adjunto). Esto quiere decir que, como mínimo, la destinación debe ser representado por el pronombre átono hi, como se muestra en (4):

(4)
a. No han entrat mai al Parlament, però jo sí que hi he entrat. 
‘No han entrado nunca en el Parlamento, pero yo sí loc. he entrado’.
“No han entrado nunca en el Parlamento, pero yo sí lo he hecho”.

b. No tornarem a aquella platja. No hi tornarem més. 
‘No volveremos a aquella playa. No loc. volveremos más’.
“No volveremos a aquella playa. No volveremos más”.

Sin embargo, hay contextos sintácticos en que este pronombre hi, que normalmente consideramos necesario, puede que no aparezca en la frase, como en (5), y que a pesar de todo no lo echamos de menos. No sólo eso, sería un estorbo si apareciera: a veces porque provocaría que la frase estuviera mal formada, y otras veces porque cambiaría su significado:

(5)
a. Entreu, entreu. Us esperaba. 
"Entrad, entrad. Os estaba esperando".

b. No m’esperis despert. Avui tornaré tard. 
“No me esperes despierto. Hoy volveré tarde”.

¿Quiere decir esto que el comportamiento del pronombre hi es arbitrario? De ninguna manera. La razón está en que con  determinados verbos de movimiento como arribar "llegar", entrar, pujar "subir" o tornar "volver", pero no adreçar-sedirigir-se, o encaminar-se "dirigirse"- el locativo no suele expresarse si tiene valor deíctico, es decir, si se identifica con el lugar donde está (estaba o estará)  al menos uno de los participantes en el acto comunicativo -por lo tanto, si se trata del lugar del emisor o del receptor o ambos. Los elementos deícticos son elementos lingüísticos que sólo pueden ser interpretados plenamente si conocemos todos los factores de la enunciación. Y es que la aportación de los elementos deícticos es precisamente señalar determinados aspectos de la situación enunciativa.

Las propiedades deícticas se encuentran en diversas categorías sintácticas, como en el dominio nominal (jo "yo", aquells "aquellos", teu "tuyo"), el adverbial (ara "ahora", allà "allí") o en el verbal (como en las propiedades de tiempo y persona unidas al verbo), y en este trabajo defendemos que también en el dominio preposicional. Las propiedades deícticas de un locativo direccional distinguen entre el espacio vinculado a los participantes de la situación comunicativa y el espacio no vinculado a los participantes. Por lo tanto, la información deíctica es una información que será decisiva para la interpretación de la frase más allá de la sintaxis, en la interfaz de la sintaxis con la semántica y la pragmática.

Obsérvese que los verbos de movimiento direccional que en (4) reclaman la presencia del pronombre hi para representar el complemento de destinación que aparecen en (5) sin el pronombre y sin ninguna expresión con un sentido locativo, cuando el lugar de destinación tiene un valor deíctico;  es decir, si se trata de un lugar vinculado a los participantes en la situación comunicativa o al menos a uno de los participantes: el del emisor a (5a) y el del emisor y del receptor en (5b).

El artículo da cuenta de cómo se articulan en la estructura del sintagma preposicional locativo estático o direccional las propiedades deícticas que determinan la presencia o ausencia del pronombre hi, a la vez que se caracterizan los verbos que son sensibles a las propiedades deícticas del complemento.

Gemma Rigau

Departamento de Filología Catalana.
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Referencias

Rigau, G. 2020 Presence and Absence of the Locative Clitic HICaplletra 68, p. 99-116. DOI: 10.7203/Caplletra.68.16469

 
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