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En su estudio seminal, Vermunt (1998) señala que existen cuatro patrones de aprendizaje según el estudiante se oriente a: la construcción del conocimiento (MD), la memorización (RD), la aplicación (AD), o no se dirija a un claro objetivo como aprendiz (no-dirigido) (UD). Los patrones MD y AD son los relacionados con mejores resultados académicos; por el contrario, los patrones RD y UD están relacionados con el fracaso académico.
 
Este es un modelo de amplio impacto internacional que sin embargo aún no se discute en cuanto a su validez intercultural. Por ello, el objetivo de este estudio fue analizar los patrones de aprendizaje en muestras de universitarios latinoamericanos y españoles para ampliar la discusión intercultural en cuanto a la validez del modelo.
 
Los resultados muestran que los estudiantes latinoamericanos y españoles están más orientados a los significados (MD) y la aplicación (AD) pero con una dominancia de la regulación externa. Esto significa que se trata de estudiantes que necesitan una ayuda externa (por ejemplo: los profesores, los iguales, o sus padres) para poder mejorar, u orientar, sus actividades de aprendizaje. Por lo tanto, parece que nuestros universitarios necesitan más (y mejores) oportunidades que estimulen y fomenten sus estrategias de autorregulación (responsabilidad, autonomía, así como habilidades para aprender de sus propios errores, revisarse y redefinirse como aprendices). Sin embargo, los autores plantean que los aprendices de Latinoamérica y España no parecen concebir la autorregulación y la regulación externa como estrategias opuestas (la paradoja latinoamericana y española). Así, parece que aprender es un comportamiento más adaptativo (auto y externamente regulado) en contextos de incerteza e incertidumbre; una adaptabilidad útil para el éxito académico, particularmente en el caso de Latinoamérica.
 
Finalmente, los autores identifican tres posibles vías para activar las estrategias de procesamiento profundo:
a) A través de la regulación externa y las creencias sobre el aprendizaje como una suma de contenidos (incremento del conocimiento); pero con ciertas dosis de autorregulación (similar a lo identificado en estudiantes asiáticos).
b) Desde una concepción de aprendizaje como construcción del conocimiento y con regulación externa y ciertos niveles de autorregulación (lo que parece más específico de Latinoamérica y España).
c) A través de auténticas estrategias de autorregulación y con una concepción de construcción del conocimiento (más similar a los estudiantes del norte de Europa).
 
Para concluir, los autores destacan la necesidad de incrementar, en el contexto internacional, el conocimiento compartido acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje alrededor del mundo; todo ello desde una mayor integración teórica, metodológica e intercultural en cuanto a los patrones de aprendizaje.