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10/2012

Nuevas técnicas contra el fracaso escolar

Durante el curso 2010-2011 el grupo de investigación DIM-UAB realizó cuatro investigaciones en las que se experimentaron nuevas técnicas didácticas dirigidas a facilitar a los estudiantes sus aprendizajes, con el fin de aumentar su rendimiento académico y contribuir a disminuir el fracaso escolar. Estas  investigaciones, dirigidas por el Dr. Pere Marqués, se desarrollaron a partir de convenios de colaboración con distintas empresas.

En estas investigaciones participaron, en total, 234 profesores de 51 centros docentes de enseñanza no universitaria de toda España, que aplicaron en sus aulas diversas actividades de enseñanza y aprendizaje orientadas a la reducción de fracaso escolar. Muchas de ellas consideraban la utilización de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), especialmente la pizarra digital (videoproyector, ordenador, PD) e Internet, y consistían en actividades no memorísticas, de creación y aplicación de conocimiento, orientadas a dar más autonomía a los estudiantes, que en muchos casos pueden consultar diversas fuentes de información (apuntes, libros, Internet) de acuerdo con los principios del currículum bimodal (ver. <http://peremarques.net/docs/curribimodal.ppt>).

De este estudio se desprende que la mayoría de los profesores han aplicado con buenos resultados estas actividades prácticas “con apoyo documental” que se proponen, aunque al realizar los exámenes generalmente solo permitían a los alumnos la consulta de los libros de texto y los apuntes.

Otras técnicas que también se han utilizado mucho y con buenos resultados para evaluar a los estudiantes han sido las presentaciones públicas de recursos y trabajos individuales o grupales, el “dar pistas” a los estudiantes sobre lo que puede salir en el examen, que los alumnos corrijan ejercicios realizados por sus compañeros y la realización de exámenes previos “de entrenamiento”.

Por otra parte, hay unos principios de actuación que el profesorado destaca como importantes para incidir más en estos alumnos con problemas de aprendizaje: proponer más tareas prácticas que preguntas teóricas; evaluar también los procesos (de trabajo, de estudio…), no solamente el producto final que sean capaces de realizar; la detección precoz de los estudiantes que necesitan un apoyo especial; trabajar técnicas de estudio diversas; el contacto con las familias; el apoyo entre compañeros…

Respecto al impacto de estas técnicas en los aprendizajes de los estudiantes, un 94% de los profesores aprecia que aplicando estas técnicas los alumnos sí aprenden más y un 79% también considera que mejoran las calificaciones académicas, es decir, se reduce el fracaso escolar.

Las mejoras en el rendimiento académico de los alumnos se constatan sobre todo en los alumnos que ya van bien en la asignatura y en los alumnos trabajadores a los que les cuesta seguir la asignatura. En el grupo de alumnos que pese a trabajar normalmente suspenden porque no pueden con la asignatura se observa también un impacto positivo con la aplicación de estas técnicas, aunque menor.  En cambio, en el grupo de alumnos desmotivados por la asignatura y que no trabajan, el impacto de estas técnicas es significativamente menor.

Para terminar indicar que aunque para un 74% de los docentes la preparación de las actividades de acuerdo con las técnicas prescritas en esta investigación ha supuesto un incremento del trabajo, mayoritariamente consideran que ha merecido la pena, habida cuenta de las mejoras obtenidas en los aprendizajes de los alumnos.

Tabla con el listado de técnicas que se utilizaron durante el estudio.


Sus resultados pueden consultarse en los siguientes portales; DIM <http://dim.pangea.org/dimnewcontraelfracaso.htm>, CASIO <http://peremarques.pangea.org/casio/>, AULATICE <http://peremarques.pangea.org/aulatice/> y AULAS 2.0 <http://peremarques.pangea.org/aulas20/>.

Pere Marquès
 
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