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A pesar del impacto económico significativo de los accidentes laborales en las empresas y la sociedad, los estudios centrados en analizar los determinantes de los días de trabajo perdidos debido a bajas por este tipo de lesiones siguen siendo escasos e incompletos. Nuestra investigación contribuye a este tema y tiene como propósito, por una parte, analizar los factores que influyen en la duración de las bajas por enfermedad, distinguiendo los factores que explican el tiempo normal de recuperación sobre aquellos factores que podrían llevar a una extensión voluntaria del período de ausencia. Por otra parte, formular y probar empíricamente el efecto del género, la nacionalidad, el trabajo temporal, la antigüedad en el trabajo, la cantidad de prestaciones por discapacidad y el tamaño de la empresa del trabajador lesionado en el número de días que el empleado está fuera del trabajo después de la lesión.

Los datos que hemos utilizado incluyen todas bajas laborales causadas por accidentes de trabajo ocurridas en el sector manufacturero en España durante 2015-2019, con más de 400.000 heridos. Aplicando modelos econométricos, explicamos el número de días de ausencia en el trabajo incluyendo las características de los empleados y del contexto laboral, así como un conjunto de variables para controlar la naturaleza y la gravedad de la lesión. 

Los resultados muestran que, después de considerar las características intrínsecas de la lesión y la gravedad de las lesiones del trabajador, las mujeres, los trabajadores nativos, los trabajadores con más antigüedad, los trabajadores con salarios más altos y aquellos que trabajan en empresas más grandes tienen períodos más largos de baja tras un accidente laboral. Por lo tanto, proponen que las consideraciones de riesgo moral influyen significativamente en el tiempo de reincorporación al trabajo tras un accidente laboral. 

A partir de estos hallazgos, sugerimos diversas implicaciones para la gestión en las empresas y los responsables públicos. Se destacan diversas políticas y acciones a considerar relacionadas con la conciliación personal, familiar y laboral. Ejemplos concretos incluyen la implementación de horarios de trabajo flexibles, el teletrabajo y horarios de trabajo continuos para el cuidado de los hijos, entre otros. Además, las empresas tienen la oportunidad de desarrollar estrategias que ayuden a los empleados a reincorporarse gradualmente a sus labores normales. Un retorno al trabajo escalonado puede facilitar una transición efectiva y crear un entorno de apoyo en el lugar de trabajo. En este sentido, el papel y la responsabilidad de los médicos también pueden ser revisados, por ejemplo, para evaluar si necesitan más formación en la evaluación de un retorno gradual al trabajo.

Por lo tanto, consideramos que se requiere un fortalecimiento de la seguridad y la asistencia médica especialmente para los trabajos en los turnos más peligrosos (por ejemplo, turnos nocturnos y fines de semana), así como una mejor asignación y diseño de trabajos para la mano de obra más vulnerable (por ejemplo, trabajadores mayores). Del mismo modo, creemos que se deben considerar intervenciones de políticas públicas destinadas a mejorar las condiciones sociales y laborales, a aumentar la capacidad de inspección laboral y a crear un marco regulatorio adecuado que exija a las empresas adoptar un sistema sólido de prevención de riesgos laborales. Estas políticas no deben verse como un gasto, sino como una inversión que genera beneficios reflejados en la mejora de la salud de los trabajadores, el aumento de la productividad de las empresas y el ahorro de recursos públicos.