Las cabras en las islas del Mediterráneo, más beneficiosas que perjudiciales para el territorio
Muchos estudios han mostrado que las cabras introducidas por el hombre en islas oceánicas se comportan como invasoras, causando grandes daños en los ecosistemas insulares. La gestión de este problema suele ser costosa en tiempo y dinero, pues se basa en la erradicación de estos animales. Las primeras islas en las que el hombre introdujo cabras fueron las del Mediterráneo, hace algunos miles de años. Por extensión, estas islas se consideran a menudo como invadidas por cabras asilvestradas, descendientes de las domésticas, que amenazan los paisajes, las plantas endémicas y la reforestación.
Pero estas islas no son oceánicas, y hay que considerar que durante mucho tiempo fueron el hábitat de varios grandes herbívoros en época prehumana (ciervos, elefantes y otros) y sus ecosistemas evolucionaron con ellos hasta que se extinguieron, coincidiendo con la llegada del hombre y sus rebaños. Esto permite suponer que estos ecosistemas insulares estarían preadaptados a la presencia de grandes herbívoros y que la cabra sustituiría, al menos en parte, su papel. En este trabajo se realiza una revisión bibliográfica sobre los beneficios de las cabras en las islas mediterráneas.
Las cabras han ofrecido recursos al hombre, como carne, leche o cuero y se han ido diversificando en el tiempo. Las islas han actuado como reservorio de muchas razas autóctonas, que contribuyen a la diversidad genética de la especie. Las cabras también ayudan a mantener la heterogeneidad paisajística y la diversidad vegetal, pues la perturbación que representa el pastoreo conlleva estrategias de resistencia en las plantas. También contribuyen a la prevención de incendios forestales, reduciendo el combustible que se acumula en el sotobosque. Por otro lado, benefician a otras especies, ya sea dispersando semillas, fertilizando el suelo o sirviendo de alimento a rapaces. Además, también cabe destacar que participan en el mantenimiento de la tolerancia de las plantas endémicas al herbivorismo, pues muchas de las especies endémicas de las islas mediterráneas presentan algún tipo de adaptación al herbivorismo.
Por último, cabe mencionar que, aparte del interés ecológico y pecuario, las cabras también son protagonistas de algunas tradiciones, como es la caza con perro y lazo que se practica en Mallorca, y que representa uno de los pocos tipos de caza que no comporta necesariamente la muerte del animal. La conclusión de esta revisión no sólo es un llamamiento a la precaución en la aplicación de determinadas acciones, como la erradicación, sino también al reconocimiento de determinadas funciones ecosistémicas propias de los herbívoros.
Departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos
Universitat Autònoma de Barcelona
Referencias
Bartolomé, Jordi and Seguí, Bartomeu. 2024. Potential Benefits of Mammalian Herbivores on Insular Systems: The Case of Goats on Mediterranean Islands. In: Moreira, X., Abdala-Roberts, L. (eds) Ecology and Evolution of Plant-Herbivore Interactions on Islands. Ecological Studies, vol 249. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-031-47814-7_7