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10/2008

La Psoralea bituminosa evoluciona para defenderse

Llavor de trèvol pudent (Psoralea bituminosa)
Cuando la hormiga Messor barbarus remueve selectivamente las semillas de la Psoralea bituminosa, podría estar cambiando la estructura de la población de estas plantas. Por ello, el objetivo del siguiente estudio ha sido determinar empíricamente la preferencia de estas hormigas granívoras por las semillas que quizás eran más pesadas, pero sobre todo menos duras. Los resultados son contundentes: cerca de un 70% con más dureza no son consumidas. Además, al ser dispersadas lejos de la planta originaria, las siguientes generaciones evolucionarían con esta característica para poder fortalecer su defensa frente a estas hormigas.

Dicen que en ciencia todo empieza con una observación, y este es un ejemplo bien claro. Las hormigas granívoras son depredadoras de semillas, y su efecto se ha considerado usualmente como negativo para las plantas. Pero en contadas ocasiones, las hormigas granívoras pueden actuar también como dispersantes de las semillas. Unas observaciones de campo nos hicieron considerar este supuesto efecto negativo.

 

En unos terrenos abandonados cerca de Rubí (Barcelona) vimos que algunas de las semillas de trébol de olor de betún, cabruna o camabruna –con estos nombres es conocida vulgarmente la Psoralea bituminosa- que las hormigas Messor barbarus cogían eran depositadas aparentemente enteras al vertedero del nido. Esta observación nos motivó a encontrar explicación. Y como pasa a menudo en ciencia, a hacer medidas y observaciones suplementarias.


Midiendo la apertura de las mandíbulas de una hormiga.

 

Ofrecimos, entonces, semillas de diferente medida y peso a las hormigas para comprobar si tenían preferencias y el resultado fue que las cogían todas, sin mostrar una selección diferencial entre las grandes y pesadas y las pequeñas y más ligeras. Con unas galgas, pudimos medir la apertura máxima de las mandíbulas de una hormiga para ver si había relación entre la medida de la hormiga y la medida o el peso de las semillas que llevaban. No había. Comparamos algunas características físicas (medida, peso, dureza) de las semillas encontradas encima las plantas y las de los vertederos. Con un aparato que indica la presión aplicada a la semilla en el momento en que ésta se rompe medimos la dureza de 100 semillas recogidas directamente de las plantas y 50 de los vertederos. La medida no era diferente, pero el peso y la dureza sí lo eran: eran más ligeras y más duras las segundas. Las semillas recogidas de las plantas tenían una dureza entre 36 y 158 newtons (media 89 N) pero las del vertedero tenían una dureza siempre superior a 70 N (media 104 N), quizás indicando que este es un límite de dureza para las hormigas. Finalmente, evaluamos en cerca de un 70% las semillas producidas que se escaparían de ser rotas y consumidas debido a su dureza.

 

En resumen, aquellas semillas de trébol de olor de betún que son transportadas pero no consumidas, son dispersadas lejos de la planta madre, lo que podría constituir una presión evolutiva selectiva hacia semillas más duras en los lugares dónde convive con estas hormigas.

 

Xavier Espadaler i Jordi Oliveras
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Mechanical defence in seeds to avoid predation by a granivorous ant. Oliveras, J; Gomez, C; Bas, JM; Espadaler, X. NATURWISSENSCHAFTEN, 95 (6): 501-506 JUN 2008.

 
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