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La diferenciación teoría-práctica ha sido una constante en la historia de la pedagogía social. Una polarización exacerbada por la perspectiva analítica que ha dominado la realidad sociocultural occidental en los dos últimos siglos. En las últimas décadas, sin embargo, está surgiendo una nueva perspectiva que, más allá de las diferenciaciones, polarizaciones y antinomias generadas en la Modernidad, pretende acceder a la complejidad de los fenómenos socioeducativos. Este texto responde a dos preguntas: ¿Cuáles son las características del conocimiento aplicado y producido en el marco de la pedagogía (social)? Y, ¿cómo se articulan teoría y práctica en la producción y aplicación del conocimiento pedagógico (social)? Para responder a estas preguntas, se presentan, en primer lugar, los diferentes tipos de conocimiento existentes en el marco de las ciencias sociales y las características que los definen. Después se analiza cómo se relacionan la teoría y la práctica en la aplicación y creación del conocimiento pedagógico (social). Finalmente, se proponen tres niveles de aplicación y creación de conocimiento pedagógico (social). Los he denominado: (I) Investigación; (2) Integración; y (3) Relación.

El conocimiento de Nivel I es elaborado por los investigadores de las ciencias de la educación y difundido a través de la interpretación que hacen de él los formadores. Es un conocimiento diverso que está muy fragmentado: biología de la educación, economía de la educación, psicología de la educación, filosofía de la educación y un largo etcétera.

El de nivel II es un conocimiento elaborado por los prácticos de la educación a partir de la integración del conocimiento de nivel I adquirido y del desarrollado a través de sus propias experiencias vitales. Es, en consecuencia, un conocimiento integrado que se deriva de la puesta en práctica de los conocimientos que poseen los educadores.

Y el de nivel III, por último, es un conocimiento nuevo que emerge a partir de las relaciones socioeducativas desarrolladas por los prácticos de la educación y las personas participantes.

En la última sección del texto se profundiza en el cómo, el cuándo y el dónde se elabora y aplica dicho conocimiento pedagógico (social) en cada uno de estos tres niveles. El conocimiento de Nivel I se halla formalizado y es accesible, entre otros, a través de libros, revistas e informes de investigación. Los conocimientos de nivel II y nivel III, por el contrario, dependen para su formalización de la voluntad de los prácticos de la educación y de su interés en recoger y publicar, en forma de artículos de revista o presentaciones a congresos, los nuevos conocimientos que emergen en el día a día de sus prácticas.