Efectos de la actividad física en la terapia de la anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa consiste en un trastorno crónico y severo de la conducta alimentaria caracterizada por una severa dieta auto-inducida, bajo índice de masa corporal y miedo intenso a ganar peso. Niveles altos de actividad física suelen formar parte del cuadro clínico de pacientes con este diagnóstico, que emplean de forma consciente la hiperactividad como un mecanismo compensatorio para reducir el volumen corporal.
Estudios para identificar los principales factores implicados en el fracaso del tratamiento de la anorexia han hallado que un alto nivel de actividad física al inicio de la intervención se asocia con mayor duración de las terapias, menor cambio en los síntomas más estrechamente relacionados con la conducta alimentaria y con mayor riesgo de abandono durante la intervención. Otras investigaciones, sin embargo, han obtenido resultados discrepantes. La falta de acuerdo en las evidencias disponibles en esta línea parece ser consecuencia de la carencia de una definición operativa consensuada para el constructo de hiperactividad física, de la diversidad de tratamientos sobre los que se ha analizado y de la heterogeneidad de los estados clínicos de las pacientes que han formado parte de las muestras de estudio.
Una investigación realizada en el Departamento de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge bajo la dirección clínica del doctor Fernando Fernández-Aranda y la asesoría estadística de la doctora Roser Granero (Departamento de Psicobiología y Metodología, UAB) ha valorado la relación entre diferentes parámetros de actividad física y los resultados de la intervención en una muestra de mujeres que fueron asignadas de forma consecutiva a tratamiento hospitalario de día para anorexia nerviosa. Todas las pacientes fueron monitorizadas durante seis días/noches completos con el Actiwatch AW7 (CambNtech Ltd, Cambridge Neurotechnology, UK), que permitió disponer de un registro continuo y objetivo de la intensidad y duración de la actividad física diaria/nocturna.
A partir de los datos obtenidos al inicio de la intervención y de los resultados finales de una terapia cognitivo-conductual de 12 semanas de duración, se ajustó un modelo mediacional, cuyos resultados evidenciaron peor rendimiento terapéutico en pacientes con niveles más bajos de actividad física moderada a vigorosa basal pero con valores más elevados de sintomatología alimentaria. La actividad física resultó ser una variable mediadora entre la duración del trastorno y el resultado de la intervención: menor evolución de la anorexia fue predictora de mayor nivel de actividad, y ésta a su vez de peor resultado en la intervención. Valores más elevados de actividad física también se asociaron a niveles más bajos de depresión comórbida.
A modo de conclusión, este estudio obtuvo evidencia empírica de la diversidad existente en el perfil de actividad física de las pacientes con diagnóstico de anorexia nerviosa. Las distintas formas de actividad y su intensidad basal deben registrarse adecuadamente durante la fase de evaluación ya que pueden tener diferentes efectos en los mecanismos subyacentes en las intervenciones terapéuticas.
Referencias
Sauchelli, S.; Arcelus, J.; Sánchez, I.; Riesco, N.; Jiménez-Murcia, S.; Granero, R.; Gunnard, K.; Baños, R.; Botella, C.; de la Torre, R.; Fernández-García, J. C.; Fernández-Real, J. M.; Frühbeck, G.; Gómez-Ambrosi, J.; Tinahones, F. J.; Casanueva, F. F.; Menchón, J. M.; Fernandez-Aranda, F. Physical activity in anorexia nervosa: How relevant is it to therapy response? European Psychiatry. 2015, vol. 30, num. 8, p. 924-931. doi: 10.1016/j.eurpsy.2015.09.008.