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10/2012

Descubierta una imponente fortificación de hace 4.200 años

Investigadores de la UAB han descubierto una imponente fortificación de hace 4.200 años, única en la Europa continental. Sus características son inéditas en la Edad del Bronce, con muros de tres metros de ancho y una entrada monumental. La muralla protegía una ciudad de 4 hectáreas situada sobre una colina. Con elementos arquitectónicos que plantean la intervención de gente con conocimientos militares procedente de Oriente, su modelo remite a las antiguas civilizaciones del Mediterráneo. El hallazgo replantea lo que se conoce sobre el origen de las desigualdades económicas y políticas en Europa, la formación del estamento militar y el papel de la violencia en la formación de tradiciones identitarias.

Las excavaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento arqueológico de la Bastida (Totana, Murcia) han sacado a la luz un imponente sistema de fortificación único en su época. El hallazgo reafirma, junto con el resto de descubrimientos realizados en los últimos años, que esta ciudad fue el asentamiento más desarrollado de Europa en términos políticos y militares durante la Edad del Bronce (hace 4.200 años -2200 a. C. -), sólo comparable con la civilización minoica de Creta.

La fortificación constaba de una muralla de 2 a 3 metros de espesor, construida con grandes piedras trabadas con argamasa y reforzada por torres macizas troncopiramidales distribuidas a escasa distancia entre ellas y de unos 4 metros de lado. La altura original del complejo defensivo sería de entre 6 y 7 metros. Se han descubierto seis torres a lo largo de un tramo de 70 metros, aunque el perímetro de la fortificación habría llegado a los 300 metros. La entrada al recinto se realizaba a través de un pasillo flanqueado por potentes muros, que restarían cerrados con portones encajados entre gruesos postes de madera.

Uno de los elementos arquitectónicos más relevantes que se han descubierto es un arco apuntado que remata una poterna, o puerta secundaria, cercana a la entrada. El arco se ha conservado completo y es inaudito en la prehistoria europea. Sus precedentes se encuentran en la segunda ciudad de Troya (Turquía) y en el mundo urbano de Oriente Próximo (Palestina, Israel y Jordania), influido por las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto. Esto indicaría la participación de gente de Oriente en su construcción, llegada a la Bastida después de la crisis que asoló sus regiones hace 4.300 años. No fue hasta entre 400 y 800 años después de que civilizaciones como la hitita y la micénica, o grandes ciudades-estado mediterráneas como Ugarit, no adoptaron esta innovación en su arquitectura militar.


Figura 1: Vista general de La Bastida. En la parte inferior derecha de la imagen se halla el tramo de fortificación descubierto. A la izquierda, la zona del yacimiento que ha sido excavada hasta la fecha.

Esta fortificación supone, además, una innovación en el arte de atacar y defender fortificaciones, específicamente militar. Fue una obra pensada exclusivamente para el combate, a cargo de personas bregadas en luchas desconocidas hasta ese momento en Occidente.

Las torres y los lienzos de muralla muestran conocimientos muy avanzados en arquitectura e ingeniería, salvando desniveles de hasta el 40%. Las argamasas utilizadas proporcionaron una solidez enorme a la obra, trabando con fuerza las piedras, haciendo impermeables sus paredes y eliminando cualquier elemento donde los asaltantes pudieran agarrarse. La poterna como acceso recóndito y cubierto exigiría para su encaje en la muralla una planificación previa de todo el conjunto defensivo y los conocimientos adecuados de ingeniería para conseguirlo.

Las últimas excavaciones y el resultado de varias dataciones de Carbono 14 indican que La Bastida fue probablemente la ciudad más poderosa de Europa continental durante la Edad del Bronce y una plaza fortificada desde sus comienzos, hacia el 2200 antes de nuestra era, con un sistema defensivo insólito en la Europa de su tiempo.


Figura 2: Vista general de La Bastida. En la parte inferior derecha de la imagen se halla el tramo de fortificación descubierto. A la izquierda, la zona del yacimiento que ha sido excavada hasta la fecha.

La fortificación no ha sido el único hallazgo. Entre el 2008 y el 2011, las excavaciones ya habían dejado al descubierto grandes residencias de más de 70 metros cuadrados que se distribuían por las 4 hectáreas de la ciudad. Estas casas grandes, viviendas y edificios públicos se alternaban con otras construcciones más pequeñas separadas mediante accesos, pasillos y plazas. Una gran balsa dotada de un dique de 20 metros de longitud capaz de almacenar casi 400.000 litros de agua patente igualmente una complejidad y unas necesidades de la población incomparables en aquel tiempo.

Los descubrimientos de La Bastida revelan una ruptura militar, política y social: la instauración de un poder violento y clasista, que perduró durante 7 siglos y que condicionó el desarrollo de las comunidades del resto de la Península. En conjunto, replantean lo que se sabe sobre el origen de las desigualdades económicas y políticas en Europa, la formación del estamento militar y el papel de la violencia en la formación de tradiciones identitarias.

La Bastida pretende ser excavada sistemáticamente para ofrecer al público un Parque Arqueológico único en España, que reúna un museo monográfico, un centro de investigación y documentación, y un yacimiento acondicionado para su visita. La apertura y el mantenimiento de este proyecto dependerá del compromiso entre las diferentes instituciones públicas y los agentes sociales.

Más información:
http://www.la-bastida.com/LaBastida/

Vicente Lull, Rafael Micó, Cristina Rihuete, Roberto Risch.
 
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