Congestión en la ciudad: un obstáculo para la frecuencia en el uso del autobús
Unos elevados niveles de congestión disminuyen la fiabilidad del servicio urbano de autobús y, por lo tanto, la probabilidad de que un individuo se convierta en usuario frecuente de autobús. Sin embargo, el servicio público de autobús tiene la reputación de ser un servicio de proximidad por la alta densidad de paradas por unidad de superficie en comparación, por ejemplo, con el metro. El servicio de autobús garantiza el mayor grado de capilaridad y esto resulta extremadamente útil para colectivos de ciudadanos (como las personas mayores) que pueden tener dificultades para convertirse en usuarios de otros servicios de transporte público como el metro.
Nuestro estudio aporta nueva evidencia cuantitativa sobre las características que podrían determinar la probabilidad de convertirse en un usuario frecuente de autobús (es decir, hacer más de 3 viajes en autobús por semana). Nos basamos en datos originales procedentes de una encuesta realizada en Barcelona el 2017 entre los usuarios de autobús.
Nuestro análisis empírico confirma que la probabilidad de convertirse en un usuario frecuente de autobús depende principalmente del nivel de congestión experimentado durante los viajes de autobús. Sin embargo, el efecto de la congestión no es homogéneo entre grupos de población: nuestros resultados muestran que los usuarios con un nivel de educación superior (graduado o más) y los commuters (personas que viajan habitualmente de casa al trabajo) son especialmente sensibles al nivel de congestión. Los cálculos indican que una reducción del 10% del nivel de congestión (que implica pasar de unos 11,78 minutos a unos 10,60 minutos para cubrir un kilómetro en un paseo urbano) aumentaría casi un 40% la probabilidad que un viajero con titulación universitaria se convierta en un usuario frecuente, mientras que este porcentaje baja a casi el 13% en el caso de un viajero con educación primaria.
La principal razón que puede justificar esta diferencia se asocia con el comportamiento proambiental de los individuos. En la literatura existente, se ha confirmado que las personas con título universitario tienen la capacidad necesaria para entender los efectos complejos y las consecuencias del cambio climático y, por lo tanto, se sienten más responsables con respecto a las personas sin este nivel de educación. Esta actitud aumenta la probabilidad de que los ciudadanos se conviertan en usuarios de medios de transporte más ecológicos.
¿Y qué hacer para alimentar estas actitudes? Las iniciativas destinadas a reducir la congestión y los tiempos de viaje para los recorridos urbanos son la estrategia más eficaz para promover dichos medios de transporte, así como aumentar la frecuencia de paso de los buses urbanos y mejorar la eficiencia de la red pública de autobuses combinando de manera eficiente diferentes tipos de medios de transporte públicos. Otra política que podría ser efectiva tendría que ver con la velocidad del servicio de transporte (por ejemplo, trayectos directos versus trayectos con varias paradas), que puede ayudar a suavizar los efectos de la congestión proporcionando ventajas a los trayectos directos, por ejemplo, aunque a un precio más alto.
Miquel-Àngel Garcia-López; Rosella Nicolini; José Luis Roig Sabaté
Departamento de Economía Aplicada
Universitat Autònoma de Barcelona
MiquelAngel.Garcia@uab.cat; Rosella.Nicolini@uab.cat; JosepLluis.Roig@uab.cat
Referencias
Garcia–López, Miquel-Àngel; Nicolini, Rosella; Roig Sabaté, José Luis (2024). Understanding high-frequent bus riders: Congestion, education, and riders’ preferences. Case studies on Transport Policy, Vol.16, p.101187; open access https://doi.org/10.1016/j.cstp.2024.101187