Combinar fármacos antieméticos con analgésicos no siempre es favorable
Las náuseas y vómitos postoperatorios (NVPO) son eventos muy frecuentes en pacientes sometidos a una anestesia general. Las causas son muy diversas, pero fundamentalmente atribuibles al tipo de cirugía (abdominal, mamaria, etc.) y a muchos de los fármacos empleados en la anestesia (gases anestésicos, por ejemplo). Hay factores que predisponen a la aparición de este desagradable efecto adverso, como el sexo (las mujeres lo sufren más que los hombres), el mal del viajero (las personas que se marean en coche o barco) y, por el contrario, existen otros que dan protección (ser fumador/a). Además de ser un efecto adverso temido por los pacientes, cuando aparece puede comportar complicaciones médicas (alteraciones analíticas) y tener un impacto económico significativo (retraso del alta hospitalaria, reingreso en caso de vómitos, etc.).
La administración de los fármacos empleados en el tratamiento de las NVPO, los antieméticos, tiene dos objetivos: la no aparición de NVPO en pacientes de riesgo, administrándolos antes y durante la cirugía (profilaxis antiemética) y su desaparición cuando los pacientes postoperados los sufren (tratamiento de NVPO establecidos). Desgraciadamente, muchos de estos fármacos, como el ondansetron o el droperidol pueden interactuar negativamente con otros sistemas fisiológicos, como es el caso de la transmisión del dolor y el tránsito intestinal. Nuestro grupo de investigación realizó experimentos con ratones (por cuestiones éticas no realizables en humanos) para averiguar el tipo de interacción farmacológica entre los antieméticos y un analgésico muy empleado en el tratamiento del dolor postoperatorio moderado/ intenso, el tramadol. El resultado de nuestras investigaciones reveló que la interacción resultante de la combinación de tramadol con ondansetron o droperidol era antagonística, es decir, que éstos últimos restaban poder analgésico al tramadol.
En investigaciones posteriores, nos encontramos con que combinando el tramadol con un corticoide de conocida acción antiemética (dexametasona), la interacción fue sinérgica, es decir, la dexametasona potenciaba el efecto analgésico. Nuestra recomendación clínica es co-administrar tramadol y dexametasona, y evitar tratar a los pacientes con tramadol y ondansetron o droperidol en el periodo postoperatorio.
La reciente publicación de una editorial en la revista americana Anesthesia and Analgesia, sugiriendo la posibilidad de administrar profilácticamente los fármacos antieméticos a todo paciente a quien se tuviese que someter a una anestesia general, nos animó a enviar una carta al director para alertar de las posibles interacciones farmacológicas (alguna de ellas lo suficientemente nociva para los pacientes) que se pueden derivar. Nuestra opinión es que es preferible administrar estos fármacos sólo a los pacientes que tienen un riesgo intermedio o alto de sufrir náuseas y vómitos después de la cirugía.
Referencias
Universal PONV prophylaxis in general anesthesia: Should we consider its immediate implementation? Dursteler, C; Mases, A; Puig, MM.ANESTHESIA AND ANALGESIA, 106 (6): 1922-1922 JUN 2008