Aprender a escribir argumentos científicos. Una experiencia docente con futuros maestros.
Aunque los docentes consideren la argumentación como una competencia esencial que los estudiantes deben aprender, la investigación muestra que las prácticas diarias en el aula están lejos de involucrar a los estudiantes en actividades que promuevan una argumentación científica significativa. En este sentido son muy recomendadas tareas de aprendizaje basadas en la indagación (prácticas epistémicas) que parten del análisis de hechos o casos, guiado por preguntas abiertas que exijan definir nuevos conceptos y proponer soluciones a ciertos problemas.
Sobre esta base, observamos el progreso de la escritura argumentativa científica de futuros maestros en una serie de tareas diseñadas como prácticas epistémicas en la asignatura psicología evolutiva. Para evaluar la calidad de la argumentación se elaboró una rúbrica que permite calificar los elementos claves de la argumentación escrita: Calidad de las Ideas centrales, Razonamiento (reflexión convincente) Intertextualidad (uso eficiente de citas bibliográficas), dominio del Lenguaje Académico, Coherencia (estructura del texto en ejes temáticos que favorecen la progresión del razonamiento y la construcción de significados), Cohesión (ideas agrupadas en claros bloques temáticos, relacionados y contrastados a través de marcadores textuales adecuados) y Aspectos formales (corrección gramatical y ortográfica).
En general, las prácticas epistémicas diseñadas desde el enfoque del aprendizaje progresivo, tuvieron un impacto positivo en la adquisición de las normas epistémicas en la argumentación discursiva. Sin embargo, nuestros análisis brindan una nueva perspectiva: nuestros estudiantes comienzan con un bajo nivel de intertextualidad y la evolución de este aspecto es poco notorio. Esto sugiere que, entre todas las habilidades argumentativas, la intertextualidad puede ser lo más difícil de lograr. Nuestros análisis también revelan que, con el apoyo adecuado, los estudiantes pueden mejorar notablemente en aspectos como la cohesión y la coherencia de su argumentación. Estas serían habilidades más fáciles de lograr.
En definitiva, contribuir a mejorar esta competencia es un desafío y un reto prioritario en la formación de maestros. Un enfoque transversal para el aprendizaje de la argumentación podría ser un escenario ideal para que los futuros maestros practiquen esta competencia en diferentes materias. Si bien este enfoque generalmente requiere altos niveles de coordinación por parte de los docentes (por ejemplo, compartiendo rúbricas, guiones epistémicos, software ...), probablemente los beneficios de aprendizaje para los futuros maestros compensen estos esfuerzos iniciales.
Universitat Autònoma de Barcelona
Referencias
Alvarez, I.M. & Lafuente, M. (2019). Improving preservice teachers’ scientific argumentative writing through epistemic practices: a learning progression approach. Journal of Education for Teaching, 45 (2), 169-185. DOI: https://doi.org/10.1080/02607476.2018.1548172.